La iglesia de Nueva Venecia, el epicentro de la masacre de 40 pescadores el 22 de noviembre del año 2000, y la cancha del pueblo, concentraron este sábado a decenas de familias y amigos de las víctimas de la incursión de paramilitares del Bloque Norte de las Autodefensas, en la Ciénaga Grande de Santa Marta.

Se ofició una misa en la que se recordó la memoria de las víctimas inocentes de la incursión del Frente Pivijay del Bloque Norte de las Autodefensas y también se realizó un acto sencillo en la pequeña plaza del pueblo.

En el centro de la cancha, claveles blancos y pequeñas figuras artesanales de los elementos utilizados para la pesca como la atarraya, canoas, canaletes y sombreros, fueron ubicados como símbolos de la masacre.

La Alcaldía de Sitionuevo, la Unidad de Víctimas y la Mesa de Víctimas de esa población recordaron los nombres de los asesinados.

Como un acto simbólico, familiares de las víctimas insistieron en exigir al Estado una reparación total por la tragedia y se denunció que personas que no residen en la población, ni sufrieron la pérdida de familiares, están recibiendo indemnizaciones.

También hubo un baile de ‘Son de negro’, homenaje a las víctimas.

Nueva Venecia mostró hoy una comunidad en pie pese a las adversidades por el olvido del Estado.

Anualmente se celebran actos conmemorativos promovidos por el líder social Amed Gutiérrez.