Al menos cinco personas murieron durante un enfrentamiento entre traficantes que comenzó la noche del viernes por el control de una favela de Río de Janeiro, informaron hoy las autoridades.

El enfrentamiento entre traficantes duró más de ocho horas, según relataron algunos testigos a medios locales, que indicaron la existencia de más muertos en diferentes puntos de la favela Morro do Juramento, lo que puede elevar la cifra total de fallecidos.

La Policía realizó este sábado una operación en la favela, situada en la zona norte de Río de Janeiro, donde muchos comercios fueron cerrados debido a los tiroteos registrados en la zona.

De acuerdo con las primeras informaciones, la favela Morro do Juramento estaba controlada por traficantes de una facción conocida como TCA y fue invadida la noche del viernes por delincuentes del Complexo do Alemao, un complejo de favelas con cerca de 40.000 habitantes.

Los bandidos usaron como base el Morro do Juramentinho, una favela vecina controlada por la poderosa facción Comando Vermelho, y entraron en el Morro do Juramento gracias a una pasarela que une varias comunidades.

Uno de los muertos sería Bruno Alberto Botelho Jaccoud, de 30 años, considerado como el jefe del tráfico en la favela Morro do Juramento e hijo de un policía militar jubilado, según informaron medios locales.

El diario Extra de Río de Janeiro informó que el padre de Botelho Jaccoud dijo que su hijo fue traicionado por los propios compañeros de la facción criminal que mantenía el control de la favela.

Botelho Jaccoud falleció de un tiro en la espalda, lo que, según su padre, es una señal del cambio forzado del dominio en el Morro do Juramento.

En otra favela de Río, un joven miliciano fue asesinado el sábado supuestamente por sus compañeros después de subir a Facebook un vídeo en el que contaba la invasión de su facción a la comunidad Nogueira, en la zona oeste de Río de Janeiro.

En el vídeo, varios hombres, algunos de ellos encapuchados, aparecen armados, y conmemoran el control de la favela Nogueira, lo que permitió a la Policía identificar a algunos de los integrantes de la milicia.

"Su conducta escapa del modelo actual de las milicias, que es la discreción. Sobre su muerte, de hecho, hay informaciones de que podría haber sido asesinado por compañeros, pero no lo puedo afirmar todavía", señaló el Alexandre Herdy, en declaraciones recogidas por el diario Extra.

Río de Janeiro vive en los últimos meses una escalada de la violencia, la cual se ha recrudecido desde el fin de las celebración de los Juegos Olímpicos de 2016 y coincide con la aguda crisis económica que vive el estado.

Además de la lucha de poder entre bandas rivales, Río registra continuos enfrentamientos entre traficantes y la Policía.

En lo que va de este año se han registrado unas 3.000 muertes en hechos de violencia, incluidos más de un centenar de policías, con un aumento del 15 % frente al mismo período de 2016.

EFE