Michal y Hania se acercaron tanto al precipicio para hacerse una foto que cayeron al vacío.

Michal Mackowiak se había apasionado tanto con los selfies que para él no había limites con su celular.

El último selfie, donde debía aparecer su rostro sonriente junto al de su bella mujer Hania contra el hermoso acantilado de Cabo da Roca, en Sintra, Portugal, no hay nada más que el vacío.

¿Qué pasó?

Cuentan los diarios europeos que el matrimonio disfrutaba de un día en familia con sus dos hijos y estaban ansiosos por hacerse un selfie espectacular en uno de los lugares más visitados y bellos de Portugal.

Aseguran que los Macko-wiak llevaron no sólo traspasaron las barreras de seguridad, sino que se colocaron al borde mismo del abismo.

Por ello se precipitaron al vacío en cuestión de milésimas de segundo mientras hacían esa última foto.

A esa hora, el mar rugía enfurecido, detalle que quizá quiso captar con su celular el avezado Michal.

“Para mayor tragedia, Michal disparó su última foto delante de sus hijos, Leo (6 años) y Sophie (5), dos querubines que asistieron a la escena más monstruosa que se pueda imaginar. Sus gritos alertaron a unos turistas españoles que pasaban por allí, quienes a su vez avisaron a la policía. Eran las 18.48 cuando se dio la voz de alarma el sábado pasado y, aunque se desplegaron todos los medios al alcance, los cuerpos no fueron encontrados en el Océano hasta la mañana siguiente debido al mal tiempo”, narra el diario El Mundo en su edición digital.

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