Dice el adagio que “después de la tormenta, llega la calma”. Es lo que vale la pena aplicar en el caso del Junior, tras las desafortunadas declaraciones de uno de sus accionistas y la lamentable decisión de Alexis Mendoza de renunciar a la Dirección Técnica.

Indudablemente que el tema Junior es de alta sensibilidad, no solo en Barranquilla , sino en la Región Caribe en general y en los demás rincones del país y el mundo, donde el club goza de gran simpatía.

Por esto, cualquier hecho que se relacione con el equipo, para bien o para mal, genera la reacción ciudadana.

Sin justificar nada ni a nadie, el fútbol es un deporte que genera pasiones y algunos excesos. Y es exactamente lo que acaba de suceder luego de conocerse las declaraciones del accionista, que no cayeron nada bien en la afición, ni mucho menos en el Técnico Alexis Mendoza.

De inmediato, las redes sociales hicieron tendencia con este tema que traspasó fronteras. Con todo ello, nada se pudo hacer para cambiar la situación: a pesar de las peticiones del accionista, directivos y jugadores, uno de los protagonistas se mantuvo en su posición, y el club quedó sin Técnico.

Con anterioridad se produjo una situación que casi genera la salida del Técnico, cuando incluyó en el campo a 4 extranjeros que le significó la pérdida del título. En ese momento el Técnico gozó de oportunidad y la directiva respaldó su continuidad al frente del equipo.

Sin embargo, no hay que olvidar que, independientemente de lo sucedido, Junior es y seguirá siendo “la querida de Barranquilla”, como lo apuntó el escritor Álvaro Cepeda Samudio. “La vida va”, también cantaría Joe Arroyo.

Entendemos que la afición se siente profundamente herida en su amor propio. Eso es innegable.

Sin embargo, este episodio no puede significar, bajo ningún punto de vista, el entierro de una divisa que tantas satisfacciones le ha entregado a su gente.

Es ahora, justamente, cuando el equipo necesita del apoyo de todos, especialmente de los hinchas, en momentos en que debe enfrentar tres competencias: Liga Águila II, Copa Colombia y Copa Sudamericana.

Ello requiere rodear al equipo porque bien es sabido que el público también juega un papel importante. La positiva respuesta del hincha también reflejaría un estado anímico favorable para el grupo de jugadores para la obtención de los resultados esperados. Y esa es precisamente la ‘llave’ que debe caminar unida: equipo – afición. Por eso hay que blindarla.

El desafortunado episodio debe quedar atrás. Hay que pasar la página y encarar la situación de una manera positiva, respaldando a una institución convertida en patrimonio regional, porque para nadie es un secreto que es y seguirá siendo ‘Tu papá’.