¿Qué le pasa al Junior?: Con estadio lleno y muchas decepciones
Reconocidos periodistas de la ciudad analizan las fallas del equipo en esta situación.
A decir verdad no importa el rival, puede ser el Atlético Nacional de Medellín, el América de Cali, el Flamengo de Brasil o el Boca Juniors de Argentina, siempre que el partido es definitivo y el estadio contempla una buena asistencia, Junior se desmorona ante la situación y los hinchas salen decepcionados.
Así quedó evidenciado la noche de este miércoles cuando los rojiblancos firmaron un decepcionante 1-1 ante uno de los más flojos Boca Juniors de los últimos 30 años. Y con un autogol de por medio, sin lograr una opción clara en todo el segundo tiempo, en medio de un marco impresionante de aficionados en la grada.
Buscando razones, opiniones y explicaciones que van más allá de las justificaciones que entregaron jugadores y cuerpo técnico, Zona Cero consultó las opiniones de reconocidos comentaristas y gente del fútbol de la ciudad que desde su prisma y estilo buscaron las razones a este desaguisado futbolero que entregó el equipo.
Óscar Forero Jaramillo, reconocido comentarista radial, fue el primero en atacar el tema de la jerarquía desde el punto individual de los jugadores y además la falta de un verdadero proyecto deportivo.
“En esas instancias es donde hay que mostrar la jerarquía, ser un deportista distinto, superior, y Junior históricamente falla con rivales importantes. Para lograr cosas importantes hay que hacer esfuerzos importantes, cosas diferentes. Hay que demostrar en la cancha. Debería ser al contrario, cuando hay público es cuando te dan más ganas de ganar, es más el momento. Además es la falta de un proyecto, este año no se puede criticar la inversión en cuanto a la cantidad de dinero, pero a veces menos es más, se pudo invertir menos dinero pero de mejor forma. Yo comparto el titular de Zona Cero, Junior no llegó a su cita con la historia”, expresó Forero Jaramillo.
A su turno, el destacado comunicador Mike Fajardo Escobar, de RCN Radio en Barranquilla, prefirió hacer un recuento de lo que han sido los últimos años del equipo, donde la constante es la falta de carácter para afrontar los compromisos de esta indole.
“Yo pienso que ha sido la muestra de los últimos años, apenas han ganado una final. A Junior le cuesta con el apoyo del público. El tema también pasa porque se puede contratar jugadores buenos a nivel individual, pero no se logra armar un equipo competitivo. Igualmente, jugadores internacionales no responden y los otros que están a su lado, que no tienen ese roce, no les alcanza. Estos otros quedan aislados”, afirmó.
Por otro lado, Estewil Quesada Fernádez, premiada pluma a nivel nacional y presidente de Acord Atlántico, señaló que es un factor meramente emocional lo que les afecta cuando llegan a un partido o estancia definitiva. Así mismo, comenzó a hablar del bajo nivel de las cabezas visibles del equipo.
“No pueden con la presión de tener esa responsabilidad, frente al público en casa de lograr un resultado que sea el objetivo de ello, teniendo la nómina más costosa del país. Aparte, los referentes del equipo, hablo de Teófilo Gutiérrez y Yimmi Chará, quienes en estos últimos juegos han demostrado que están lejos del nivel del año pasado, para llegar con Junior a grandes instancias y también para tener su cupo asegurado en la Selección”, expresó Quesada.
Acto seguido, con su estilo más punzante, el veterano Raúl 'El Mono' Correa de Andreis no tuvo miramiento en afirmar que los problemas del equipo no solo se pueden adjudicar a una sola cosa, sino a varios factores que van desde el trabajo del entrenador hasta su mayor referente.
“En primer lugar porque no tienen jerarquía de corte internacional, siendo que este no es el mejor Boca. En segundo lugar equipo está mal manejado, a Comesaña lo trajeron para organizar la casa y ahora el equipo está en una situación peor a como estaba con Alexis Mendoza, ahora está cojeando con una situación a punto de ser eliminado en el octavo puesto. Tercero, los jugadores que trajeron como una gran solución no juegan, Alberto ‘Mudo’ Rodríguez y Jonatan ‘El Loco’ Álvez nunca juegan. Y cuarto, Teófilo Gutiérrez y Yimmi Chará dejaron de funcionar, especialmente ‘Teo’ que lo veo como un exjugador, tiene que analizar su situación, los mejores días ya pasaron, ahora está lento, paquidérmico, no hace goles, debería evaluar su futuro de forma inmediata. Especialmente porque todo en Junior gravita alrededor de él. Todas las veces que el estadio Metropolitano se llena la gente sale cabizbaja, muchos dijeron que ya no volvían al estadio”, comentó.
Por último, Ahmed Aguirre Acuña, periodista, historiador de Junior y exjefe de prensa del equipo, nunca había visto un equipo tan nervioso y dubitativo para afrontar momentos definitivos en su casa y ante un marco inmenso de apoyo de sus fanáticos.
“La verdad es que no. En lo que tengo de estar viendo a Junior, lo he considerado de mucho peso y coraje para defender el patio. Este Junior de los últimos años no tiene esa disposición anímica, le falta lo que decía Édgar Perea, ‘mística ovalada’, le falta pelear esos partidos cruciales ante su público. En partidos como ante Boca era más importante imponer el carácter, pero se deja envolver por el rival, además practica un fútbol completamente inofensivo, y eso le está haciendo mella en todos los partidos cruciales. No sé por qué en Barranquilla, donde el estado anímico debe ser más trascendente, y donde estuvo respaldado por 46 mil personas, eso no está pasando con el equipo. A veces un equipo te supera por disposición anímica a pesar de ser inferior”, sentenció.
En forma general, el análisis conlleva a puntos comunes en las diferentes opiniones. De un lado jugadores que no tienen el tipo de casta a la que aspira su hinchada. En segundo lugar, el tipo de inversión en jugadores costosos no se está respaldando en la cancha y aún peor, a veces se gasta por gastar. Y por último, las grandes estrellas del equipo están lejos de su mejor nivel.
Al final, con estos males, sumado al fútbol que se práctica, la gran conclución es que el actual Junior no va para ninguna parte. Solo un verdadero despertar de actitud y contundencia en los jugadores y en la dirección técnica podría evitar un segundo fracaso en una semana. Lo que sería un golpe fatal que no soportaría el juniorismo.