Philipsen, primer portador del maillot amarillo en el Tour de Francia
El danés se impuso en la primera etapa que tuvo salida y llegada en Lille.
En una jornada de nervios, caídas y abanicos, el primer maillot amarillo de la 112 edición del Tour de Francia se posó en los hombros del belga Jasper Philipsen (Alpecin Deceuninck) tras imponerse en una jornada inaugural caótica en la que algunos nombres ilustres, como Evenepoel, Almeida, Roglic y Carlos Rodríguez se dejaron en un corte 39 segundos.
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Philipsen (Mol, 27 años) aprovechó el gran trabajo de su equipo para evitar el desastre de los abanicos y, lanzado por Mathieu Van der Poel, todo un lujo, levantó los brazos celebrando su victoria en el Tour número 10, invirtiendo un tiempo de 3h.53.11 en los 184,9 que unieron la salida y la meta de Lille, a una media de 47,6 km/h.
El belga triunfó en el primer duelo entre los velocistas, superando al eritreo Biniam Gyrmay (Intermarché) y al noruego Søren Wærenskjold (Uno X). Dentro de este primer grupo, los grandes favoritos, el esloveno Tadej Pogacar y el danés Jonas Vingegaard, y los españoles Enric Mas e Iván García Cortina.
Sin embargo, los abanicos provocados a 20 km de meta atraparon a varios nombres ilustres, que perdieron en meta 39 segundos, un destrozo inesperado en este estreno del Tour. Allí estaban, entre otros, Remco Evenepoel, Primoz Roglic, Almeida, Carlos Rodríguez y Florian Lipowitz.
La etapa inaugural estaba marcada a fuego para que un esprinter se enfundara el maillot amarillo, lo que no ocurría desde 2020 con el noruego Kristoff.
Llegó el ‘látigo’ a 20 kilómetros de meta. La calma la rompió el Visma coincidiendo con un viento lateral cercano de los 45 por hora que rompió el pelotón en varios sectores. Vingegaard y Van der Poel revolvieron el primer grupo, donde no estaban Evenepol, Roglic, Lipowitz ni Carlos Rodríguez.
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Ya no hubo tregua hasta meta. Fueron 17 km de locura. Los corredores de cabeza volaron. Allí estaba el Alpecin con Van der Poel, Philipsen y Groves, una garantía de éxito. El Visma con Vingegaard y el UAE con Pogacar y Wellens encantados con la situación, y todos interesados en castigar a Evenepoel y compañía.
Enric Mas entró delante, siempre atento, auxiliado por García Cortina. El español incluso salvo una caída por poco. Un buen día para el Movistar, pero malo para Carlos Rodríguez, ya que empieza el Tour con un mordisco de 39 segundos. Esta semana, ya se avisaba, puede ser muy peligrosa. Y en Lille quedó demostrado.
Este domingo se disputará la segunda etapa, entre Lauwin-Planque y Boulogne-sur-Mer, de 209,1 km.
EFE