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Nelson Soto, ciclista barranquillero del Coldeportes-Claro.
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Jairo Cassiani.

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Nelson Soto, el ‘Huracán’ barranquillero que quiere arrasar en la Vuelta a Colombia

El pedalista tomará salida este lunes en la carrera más tradicional del ciclismo colombiano.

Decir que un barranquillero destaca en la disciplina del ciclismo de carretera ya es de por sí algo bastante exótico.

Pero decir que uno tomará partida este martes de la edición 67 de la Vuelta a Colombia y encima buscará la victoria de etapa es sorprendente.

Ese valiente es Nelson Andrés Soto Martínez, bautizado el ‘Huracán de Barranquilla’.

La Vuelta a Colombia en bicicleta es por tradición la mayor competencia a pedal en el país. Desde que fueinaugurada en 1951 con una victoria del indomable Efraín ‘Zipa’ Forero, grandes leyendas del ciclismo nacional han forjado su nombre en el trofeo del ganador.

Con esto, basta recordar que han sido campeones Ramón ‘El Pirata’ Hoyos, Roberto ‘Pajarito’ Buitrago, Rubén Darío ‘El Tigrillo’ Gómez, Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez, Rafael Antonio Niño, Alfonso Florez, Fabio Parra, Luis ‘Lucho’ Herrera, Oliverio Rincón, José ‘Chepe’ González, Libardo Niño, Santiago Botero y Sergio Luis Henao, entre un largo rosario de corredores.

Como no podría ser diferente, el factor común es que casi siempre los escaladores, gente nacida en el interior de Colombia, a más de 2500 metros en las montañas y páramos de las cordilleras de los andes, han sido los dominadores de la competencia.

Es más, los ‘cóndores’ andinos siempre han volado un paso por delante de cualquier otro pedalista de regiones costeras y caribeñas. Es decir, el acento del podio casi siempre ha sido paisa, santandereano, boyacense y cundinamarqués. Durante toda la historia del ciclismo nacional, lo importante ha sido la montaña, dejando de lado la contrarreloj y, bastante más relegada, casi al olvido, la especialidad del sprint, definiciones masivas donde el más veloz gana.

Nelson Soto, ciclista barranquillero del Coldeportes-Zenú.

“Antes había un dicho en el ciclismo, aquí en Colombia: ‘el que no subía, no servía’. Ya esa idea se está replanteando. Se está viendo que también somos fuertes en el sprint”. La autoridad en esas palabras la da un corredor que hizo del remate a las competencias de fondo su principal arma para descretar. Y encima, es barranquillero, un hombre del Caribe, el antónimo por definición deportiva de un ‘escarabajo’ tradicional.

Se trata del aún muy joven Nelson Andrés Soto Martínez, de 22 años. Un embalador de 1.78 metros de alto y con una ligera figura de apenas 63 kilogramos, quien en su bicicleta quiere imponer la rebelión costeña ante el tradicional poder ‘interiorano’, con sus golpes de pedal que lo han llegado a impulsar hasta los 73 kilómetros por hora.

“Por la formación que tengo en la pista, tengo buen punto de velocidad, me va bien en lo que tiene que ver con velocidad. Las metas volantes son puntos intermedios de velocidad donde me he destacado bien. En las etapas también me siento bien, el año pasado en la Vuelta a la Juventud gané una etapa y he estado cerca al triunfo en distintas clásicas”, explicó Soto.

Las primeras rafagas del 'Huracán'

El pedalista, a quienes sus compañeros le han apodado ‘El Huracán’, no es ningún aparecido en el circuito nacional del ciclismo. El en 2014 corrió el Clásico RCN, segunda carrera más tradicional del país, logrando ponerse en varias jornadas la camiseta de mejor joven, con el equipo Asolcaribe.

En el 2015 emprendió aventura a México, para firmar con la escuadra del Tennis Star, donde también logró resultados interesantes. Estos le permitieron llegar a una de las escuadras profesionales más importantes de Colombia, el  Coldeportes-Zenú, donde corre desde el 2016 y quien lo seleccionó este año para ir a competir en la Vuelta a Colombia.

Pero, como si esto fuera poco, Nelson se convirtió hace poco menos de dos meses en el primer barranquillero llamado a una selección nacional de ciclismo, para el panamericano de ruta. El cual, para adornar su palmarés, también ganó. 

Nelson luce con orgullo la camiseta de campeón panamericano y la medalla del oro.

“Muy contento con este resultado que obtuvimos en el campeonato Panamericano. Estuve muy alegre desde el momento de la convocatoria, es un orgullo para mí llevar la tricolor. Con ese triunfo mucho más alegre con lo que vengo haciendo y de que se van dando los resultados”, reseñó Soto.

Pero toda historia, como es apenas lógico, tiene un inicio. La de Nelson Andrés, empezó con su padre, Luis Soto, quien le contagió desde pequeño el amor para la bicicleta y a ponerse metas duras.

“Desde que estaba muy pequeño íbamos a Caracolí en bicicleta todo terreno y allí fue que me empezó a gustar también. Mi papá le gusta mucho el ciclismo, escucha la mayoría de las carreras y siempre estaba muy pendiente de lo que pasaba”, recordó Nelson.

La invitación que cambió su vida

Pero el momento definitivo, no llegaría hasta varios años después, en la adolescencia, cuando se le presentó la oportunidad de entrar de lleno al mundo de la vielas, por cuenta de una invitación abierta.

“Por allá en el 2009 hicieron un campeonato de pista acá en Barranquilla, en el velódromo, y fui con mi padre a verlo. Dijeron por el altoparlante que el que quisiera entrenar se podría acercar el martes a las 4:00 de la tarde. Le dije a mi papá que quería ir”, explicó.

Nelson durante una de las jornadas de entrenamientos previas a la Vuelta a Colombia, que tuvo en Barranquilla.

Pero los primeros pedalazos estuvieron muy alejados del pequeño glamour que ahora tiene sobre su ‘caballito de fibra de carbono’, con el cual se pasea por las carreteras del país logrando velocidades que a muchos les daría miedo llegar en sus carros.

“Teníamos una bicicletica muy sencilla, allí la pudimos acomodar y desde ese día empecé a entrenar de la mano del profesor José ‘Pepé’ Caballero. Fueron casi tres años en la pista y luego se cambió a la ruta. En el velódromo casi siempre corría las pruebas de semifondo. Para esas pruebas siempre hay que hacer ruta para la resistencia. De allí empezó el gusto y me empezó a ir bien a nivel distrital y regional”, comentó.

El mejor de los jóvenes al llegar al Río

Los años fueron pasando y Nelson comenzó a ‘soplar’ como el veloz huracán que era. Pronto sus talentos llamaron la atención de un equipo del departamento de Córdoba que se había inscrito para correr el Clásico RCN de ese año, que pasaría por varias ciudades de la Costa Caribe, entre ellas Barranquilla.

En esa jornada, Nelson no tenía puesta la camiseta azul del mejor joven de la competencia, la cual ganaría tras meterse en el grupos bueno y bonificar segundos en las metas volantes.

“Esa fue de las primeras carreras importantes a nivel nacional que tuve. Era mi primera participación en el Clásico RCN, pero tengo la mentalidad de mostrarme y dar lo mejor de mí. Vi la oportunidad de luchar por esa camiseta y la sostuve hasta donde pude”, dijo Nelson, quien la portó luego de la llegada a su ciudad natal por tres días. 

La jornada en cuestión transcurrió muy rápida y exigente bajo un fuerte sol. Desde muy temprano los aventureros se jugaron su carta para la escapada del día y la orden que recibió Soto era muy clara: debía ir a rueda de esos escapados.

Nelson entrena arduamente todos los días, haciendo más de 150 kilómetros de ruta.

“Recuerdo que salimos de Santa Marta y muy rápido se hizo una fuga, de la cual me dijeron que tenía que estar pendiente. Salí con la fuga y estuvimos escapados hasta el kilómetro 50. Allí nos capturaron y llegamos compactos hasta la meta. Era un circuito muy duro y alcancé a llegar con el grupo principal”, dijo.

La etapa, con meta en la Avenida del Río, fue ganada por el español Óscar Sevilla, en un trepidante final a toda velocidad. Sevilla terminó sexto de la general ese año y la carrera fue ganada por el boliviano Óscar Soliz. Una vez finalizada la etapa, Nelson recibió la camiseta del líder de jóvenes, en su patio y frente a sus amigos y familiares.

“Fue una sensación muy linda para mí. Estaban la familia y los amigos allí, esperándome. Tenían carteleras de apoyo y fue muy emocionante verlos allí y ofrecerles esa camiseta”, resumió.

La Vuelta a Colombia, el gran desafío

La última vez que un barranquillero corrió la Vuelta a Colombia fue hace 38 años, y en realidad fueron dos: los hermanos Evelio y Gilberto Celis. Evelio tomó partida de las competencias los años de 1974 y 1978 con la escuadra de Licorera de Santander, y en 1979 con Lotería del Atlántico. Así mismo, su hermano Gilberto corrió la competencia en 1979, también con el conjunto de la Lotería.

De otro lado, Gabriel Pimienta corrió en las competencias de 1974 y 1976 con el equipo Rifas La Guajira-Super Abastos El Triunfo. Antes de ellos participó Humberto Gravina en 1957.

Por eso lo de Soto resulta más que exótico. En especial porque no va solo por correr, tiene la ambición de salir a pelear una de las 5 etapas planas que permiten el lucimiento de los sprinters.

Dichas etapas son la 2 con final en Puerto Boyacá (173.2 km), la 3 con llegada a Barrancabermeja (222.4 km), la 7 con final en Sopó (113.5 km), la 10 con meta en Yumbo (170 km), la 11 con final en Dosquebradas (190.8 km) y la última jornada con circuito en la ciudad de Pereira (107 km).

A su colección de Trinfos, Nelson espera adicionar al menos una etapa de la Vuelta a Colombia.

Todo esto con un día de descanso tras la séptima jornada y adornado con las desafiantes trepadas al alto de El Picacho en la cuarta etapa y el temible Alto de Letras como etapa reina en la novena fracción.

Esos tormentos montañosos, ya de por sí un castigo para los escaladores, pondrá a prueba al ‘Huracán’, quien tiene como principal objetivo llegar a la plaza de Pereira y aprobar el exámen de su primera Vuelta, la que afrontará con el mismo amor que siempre ha tenido por este deporte que arroja a sus atletas a lo más profundo en el dolor.

“Principalmente sentir amor y la pasión por el deporte. Me gusta mucho y me siento muy feliz cada vez que estoy sobre mi bicicleta.  Mi familia es un gran impulso para seguir adelante. La ganas es lo que más me sobra para seguir en este deporte”, justifica Nelson.

Remate de temporada

Tras esto, se enfocará en la preparación para el Clásico RCN, después en los Nacionales de Pista, donde acudirá por el Atlántico, y luego esperará el llamado para las competencias de los Juegos Bolivarianos y Centroamericanos.

“Van ser en Santa Marta (los Juegos Bolivarianos), con calor. Un terreno bastante adaptable a mis condiciones. Espero estar en la selección para los Bolivarianos y los Juegos Centroamericanos (en Barranquilla en 2018), que van a ser en la vía a Puerto Colombia, donde entreno mucho y que espero de aquí a allá, sentirme muy bien para darle esa alegría a la ciudad. Sin duda va ser algo muy bueno para mi, para mi carrera deportiva”, comentó.

Soto espera que estas actuaciones pronto lo ayuden a emigrar al otro lado del planeta, al llamado ‘Viejo Mundo’. Europa es la meca del ciclismo profesional y es donde se corren las más prestigiosas competencias.

Al lado de su fiel bicicleta, Nelson soto sueña con el oro Centroamericano y del Caribe en el 2018.

“Esa es la meta desde que empecé en el ciclismo. Soñaba con estar en un equipo a nivel nacional, ya lo pude conseguir. Soñaba con estar en la Selección, también lo pude conseguir. Ahora mi sueño es un equipo en Europa y estar en las grandes carreras. Le mandé la hoja de vida a uno de esos cazatalentos, pero toca seguir trabajando y dando resultados. Sin duda espero correr las grandes carreras, Giro, Tour y Vuelta. También representar al país en un mundial y los Olímpicos”, cerró.

Entre tanto, el ‘Huracán’ barranquillero buscará no dejarse doblegar por el frío y el calor, por la traicionera carretera, por los ataques de los contrarios, ni por las brisas furtivas que pululan en la Vuelta a Colombia. Ha pedaleado mucho, y muy rápido, para dejar escapar la oportunidad. 

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