La atmósfera que rodea el último adiós al legendario Marco Coll va cargado de esa sensación de resignación de la pérdida de una persona valiosa y que siempre alimentó el cariño de las personas que lo rodeaban.

Precisamente por ello, sus seres queridos han aprovechado para arroparse en su cariño y despedirlo con buenos recuerdos, al fin y al cabo, Marco Coll fue un hombre que sembró grandes semillas en el corazón de sus hijos y familiares.

“Bueno realmente, hoy es un día de mucho dolor para la familia Coll, pero de igual manera de mucha alegría, congratulación y felicidad, porque tenemos un padre ejemplar. Amigo de sus amigos, una persona que dio ejemplo de vida, de dignidad, de ser muy sociable. Pero sobre todo, con una pasión por el fútbol”, reseñó su hijo mayor Marco Coll Montealegre.

Coll fue una persona que jugó un papel muy importante en sus amigos. Casi todos vinculados al mundo del fútbol. Por eso, Carlos ‘Papi’ Peña fue uno de los que se mostró más conmovido por la delicada perdida.

“No solamente a mí, sino a (Gabriel) Berdugo, Dulio (Miranda), Toto (Rubio), nos ha dado duro porque era un hombre que hasta diciembre del año pasado estuvo con nosotros, los veteranos de Junior, en el partido del recuerdo en La Magdalena. Él estuvo departiendo con nosotros. Era un hombre encantador”, recordó.

Marco Coll Montealegre describió cómo fueron los minutos finales de su padre, a quien acompañó hasta el el último suspiro de vida abandonó su cuerpo.

“Ayer pude verle en los últimos minutos y murió al lado mío. Gracias a Dios, murió de una manera tranquila, pasiva, sin dolores. Eso me regocija y tranquiliza, porque sé que está con Dios hoy”, describió.

Sus últimos momentos reflejaron esa tranquilidad que siempre supo llevar en su vida, a pesar los azares de la fama intempestiva que le cubrió desde el momento en que le anotó un gol desde el tiro de esquina a Lev Yashin, el 3 de junio de 1962.

“Lo del gol olímpico fue algo que llenó de gloria al al fútbol nacional y a todas las esferas del mundo. Pienso que esto seguirá mientras mantengan vivo la narración del legado de mi papá. Esa fama la manejó de una manera muy humilde. Mi padre nos enseñó que llegaremos a donde llegaremos, teníamos que ser amigos de nuestros amigos y nunca olvidar de donde vinimos. Mi papá decía que era lo mismo hablar con el Presidente de la República en el Hotel Tequendama que hablar con el Boliche con un pescador”, comentó Coll Montealegre.

El recuerdo de ese gol olímpico siempre fue algo que hizo latir más fuerte el corazón de Marco, tal y como lo recordó otro de sus hijos, Omar Coll Voloria.

“Mi papá decía: ‘Dios mío, allí estuviste al lado mío’ y también decía ‘y obviamente mi calidad de futbolista, porque yo le puse el chanfle’. Mi papá siempre se emocionaba bastante cada vez que lo veía. Se le erizaban los pelos, se ponía muy contento”, dijo emocionado.   

Para cerrar, Peña hizo una reflexión sobre cómo era la vida de Marco y la forma en que iba mezclada con el fútbol.

“Fue un hombre que compartió momentos muy lindos con nosotros, no solo en Junior sino fuera del contexto deportivo. Fue un gran amigo y un gran señor. En Junior yo lo acompañé a él y él me acompañó a mí, cuando nos dieron la oportunidad de dirigir interinamente a nuestro querido equipo. Siempre nos reuníamos a comer luego de los partidos, cuando todavía jugábamos. A veces los lunes nos juntábamos a departir, incluso de una cerveza. Pero moderadamente, porque todo siempre lo hizo correctamente”, cerró el ‘Papi’.

El sepelio se llevará a cabo a las 11:00 de la mañana en Funeraria Los Olivos, en la vía a Puerto Colombia, donde se espera una gran presencia de la familia del fútbol colombiano.