Siempre se ha dicho que en el fútbol no hay profesión más peligrosa que la de ser árbitro. Si pitas bien, te critican, si pitas mal, con mayor énfasis lo hacen.

Pese a que su mente está tranquila porque considera que no cometió ningún error, al igual que sus compañeros, Brandon Alandete vivió la hora más triste de su profesión, ya que sufrió una brutal agresión por parte de los jugadores y padres de un equipo de fútbol.

Todo pasó el miércoles 13 de diciembre, cuando la Liga de Fútbol del Atlántico vivió la semifinal de la categoría 2009 entre Fusión Caribe y Evolution Soccer en una de las canchas del Polideportivo de la Universidad Autónoma del Caribe. El duelo estaba 2-1 a favor del segundo elenco, cuando el juez central Dammar Solano señaló una falta penal a favor del contrincante.

Pese a las protestas, la ejecución se terminó realizando y el 2-2 quedó establecido en el marcador. El paso siguiente era la definición desde el punto penal, pero la violencia tocó la puerta del compromiso.

"Durante todo el partido los padres de familia del equipo Evolution Soccer se comportaron de manera despectiva hacia los árbitros, eran amenazas constantes, agresiones verbales y todo eso se volvió realidad al término del partido. Yo era el asistente, ni siquiera el principal, y los padres de familia ingresaron con ánimo de confrontación, de agredirlo a él (al principal)", le contó Alandete, nacido en Cúcuta, a Zona Cero.

"Los padres consideraban que estábamos equivocados en las decisiones, pensaba que era contra ellos. Pero los entrenadores aceptaron que no pasó nada extraño. Cuando ingresan a agredir a mis compañeros, yo trato de separar en el medio, les digo "háganme el favor de echarse para allá", eso provocó más rabia, me respondieron que ellos no eran perros para echarse, por lo que continuaron agrediéndome verbalmente", reveló el juez de 23 años.

Mientras relata en su casa lo sucedido, Brandon no deja de tocarse la zona derecha, por sus costillas, donde tiene una herida que le complica el movimiento de su brazo.

Pero no es la única parte que tiene moretones, ya que su ojo izquierdo también tiene el color verde impregnado por los golpes, así como la imposibilidad de caminar bien por el dolor en ambas rodillas.

Convivir con esos dolores desde hace cinco días no ha sido fácil, ya que lo que sufrió fue un ataque grupal, el cual describió de la siguiente manera:

"Una persona me preguntó de qué te ríes, porque había sonreído de manera nerviosa, ahí me agredió, yo trato de defenderme. En el video se logra apreciar, yo reaccioné y no intenté huir, porque quién piensa que le pasará esto. Hay una persona con la camiseta de Junior a la que le trato de responder, su hijo se mete en el medio, no sé con qué intención, si de separar o golpear, y lo terminé golpeando. Eso fue un motivo para que me siguieran agrediendo", explicó.

Las personas se le fueron encima a Brandon, quien terminó en el piso. Su pensamiento en ese instante fue "me van a matar, porque era golpe de lado y lado". 

Gracias a la intervención de los papás de Fusión Soccer, Brandon pudo salir de la golpiza y entrar a una cafetería. Los agresores también lo fueron a buscar hasta ese espacio, pero sus compañeros terminaron hablando con los entrenadores y la situación por fin se pudo calmar.

El cucuteño, que tiene dos años como árbitro, tuvo que ir a un hospital, donde le trataron las lesiones y le dieron una incapacidad de solo dos días, a pesar de que los dolores, sobre todo el de cabeza, han sido "insoportables".

Alandete, quien ya puso la denuncia y también fue valorado en Medicina Legal, es licenciado en educación física. Asegura que en esas condiciones no podrá trabajar, ya que "no me siento idóneo para ir. No puedo caminar prácticamente".

Pero lo que más le preocupa a Brandon es poder ejercer como juez, ya que es su forma de estar ligado a un deporte que ama como el fútbol.

"Tengo miedo de volver a pitar, pero tengo más miedo es que terminen lo que hicieron. Mi mamá no está tranquila si salgo, porque no sabe qué puede pasar", aseveró el juez de línea.

Brandon Alandete reconoció que tomó la decisión de denunciar porque no quiere que le pase lo mismo a otro compañero, sobre todo porque lo de Evolution Soccer "es recurrente". 

"Fui el único que me atreví a denunciar, tengo miedo por lo que me pueda pasar y con miedo también, pues lo estoy haciendo sin autorización de la Corporación de Árbitros, pero es por eso mismo, porque quiero sentar un precedente que esto no puede seguir sucediendo. Ese equipo ya es recurrente en esto y por miedo a mis compañeros no han hecho nada al respecto", sentenció el cucuteño, quien agregará próximamente a la querella los nombres que ha identificado de sus agresores.

Por último, el árbitro recordó que "yo no me quiero equivocar, en este partido no fue el caso, pero todos somos seres humanos. Yo sé que una decisión puede perjudicar un trabajo".