Jugadores del Bayern celebran una victoria en Alemania.
Jugadores del Bayern celebran una victoria en Alemania.
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EFE

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La Bundesliga busca un rival competente que le plante cara al Bayern Múnich

Hasta ahora el cuadro bávaro ha vuelto a ser implacable en el torneo teutón.

La hegemonía del Bayern, pasada ya la mitad de la temporada 2017/2918, ha vuelto a reforzarse y el club bávaro va camino de conseguir su sexto título consecutivo, lo que amenaza con restarle emoción al torneo alemán y lleva a los observadores de la Bundesliga a ansiar la aparición de un equipo que sea un contrincante de envergadura al Bayern.

La idea de que el Dortmund-Bayern sea un clásico se alimenta de que los dos equipos disputaron la final de la Liga de Campeones en 2013. En ese año, el Bayern ganó el triplete después de haber pasado dos temporadas sin títulos que en Alemania habían claramente dominadas por el Dortmund.

Sin embargo, hubo épocas en que el clásico alemán era otro y en las que había otro equipo distinto al Dortmund que pretendía disputarle la hegemonía al Bayern. La mayoría de ellos no pudieron mantener el pulso más que algunos años en buena parte por falta de recursos financieros.

El primer título de la Bundesliga, y el segundo de campeón alemán después del logrado en 1932, lo logró el Bayern en 1969 cuando se inició una fase que duró hasta 1977 en la que se repartió los títulos con el Borussia Mönchengladbach.

El Gladbach logró cinco Bundesligas y el Bayern las otras cuatro en ese período en el que si hubo un clásico alemán fue sin duda el Bayern-Gladbach.

En la fase siguiente, entre 1978 y 1987, el Hamburgo fue el equipo que le plantó cara al Bayern con tres Bundesliga conquistadas en ese periodo frente a cinco del Bayern. Las otras dos fueron para el Colonia, en el 78, y el Stuttgart, en el 74. En esos años se hablaba del clásico norte-sur.

El siguiente rebelde fue el Werder Bremen de Otto Rehagel que, entre 1988 y 1994 ganó dos veces la Bundesliga, en 1988 y 1993, frente a tres títulos del Bayern. Los otros dos de ese período se los repartieron el Kaiserslautern y el Stuttgart.

El Bayern intentó resolver el asunto fichando a Rehagel como entrenador pero el experimento no funcionó. Rehagel no terminó sus primera temporada en la que el Dortmund, con Ottmar Hitzfeld en el banquillo, ganó su segunda temporada consecutiva en el 1996.

La temporada anterior Rehagel, todavía en el Bremen, la perdió también contra el Dortmund de Hitzfeld, que se convirtió en el candidato a romper la hegemonía bávara. En el 97 el Bayern gana la Bundesliga pero el mismo año el Dortmund de Hitzfeld gana la Liga de Campeones con lo que el desafío parecía seguir abierto

En el 98 Rehagel cobraría su venganza, ganándole la Bundesliga al Bayern con el recién ascendido Kaiserslautern, con lo que se puso fin a una época y vino otra en la que el Bayern reforzó su dominio, que empezó a convertirse en una verdadera hegemonía.

El Bayern fichó a Hitzfeld para suceder a Giovani Trapattoni y en esta ocasión el experimento funcionó. En el 99 el Bayern arrasó en la Bundesliga y llegó a la final de la Liga de Campeones, que perdió con el Manchester United en un partido legendario.

En 2000 y 2001 el Bayern repitió, aunque la ventaja sobre el segundo en esas dos temporadas fue escasa y el título en ambas ocasiones se definió en la última jornada.

En 2001 incluso en el último instante, cuando Patrick Anderson marcó de falta el gol del empate del Bayern ante el Hamburgo, lo que interrumpió las celebraciones en Gelsenkrichen donde los hinchas del Schalke ya festejaban el título.

En 2000 el Bayer Leverkusen necesitaba un empate ante el colista, el Unterhacking, para ser campeón y perdió.

El Leverkusen fue el principal rival del Bayern en esos años y en 2002 parecía estar en camino a superar el trauma de 2000, pero al final se quedó con las manos vacías y no solo perdió la Bundesliga ante el Dortmund, sino las finales de la Copa de Alemania ante el Schalke y de la Liga de Campeones ante el Real Madrid con lo que el lenguaje de los aficionados el equipo se convirtió en el Vicekusen.

Desde ese momento hasta 2009 el Bayern no tuvo un competidor claro. En ese periodo ganó cuatro Bundesliga, dos con Hitzfeld y dos con Feli Magath, y el Bremen, el Stuttgart y el Wolfsburgo ganan las otras.

En 2010 el Bayern ganó y dominó la Bundesliga con Louis van Gaal, pero en la temporada siguiente surgió el reto del Dortmund de Jürgen Klopp, campeón en 2011 y 2012.

Tras la temporada 2011/2012, cuando además el Dortmund goleó al Bayern por 5-2 en la final de la Copa de Alemania el presidente del Consejo Directivo del Bayern, Karlheinz Rummenigge dijo que había que reconocer que había un equipo mejor que el Bayern en Alemania y que se trataba de algo que hay que corregir a la mayor brevedad posible.

En 2013 el Bayern ganó el triplete. Con eso comenzó la serie de cinco títulos consecutivos que pueden convertirse en seis. No hay rival en el horizonte. Solo la esperanza de que equipos con nuevos modelos económicos como el RB Leipig y el Hoffenheim crezcan y se conviertan en lo que en su momento fueron el Gladbach y el Dortmund.

EFE
 

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