La reciente derrota de Junior a manos del Deportivo Cali dejó molesta a la hinchada, pero más que eso, hizo germinar una creciente semilla de desconfianza que había quedado sembrada desde hace ya varios partidos por las determinaciones de su entrenador Luis Amaranto Pera. 

El estratega antioqueño nunca ha gozado del respaldo completo de los aficionados. Entre sus determinaciones, la forma en la que hace los cambios y el estilo de juego que le ha impregnado al equipo, los hinchas se han ido bajando del bus, poco a poco. 

Muchas cosas se le cuestionan a Perea y sus jugadores en el juego ante Deportivo Cali, cosas que los dejaron bastante deslucidos. 

Primero, la forma de afrontar el partido, muy pasiva en el primer tiempo, que el mismo Luis Amaranto Perea admitió en la rueda de prensa posterior, como regalar un tiempo y luego demorar en reaccionar. 

Lo cierto es que hay hechos inexplicables. Perea insiste en que trabaja continuamente su defensa, pero al mismo tiempo al equipo le hacen un gol mal parado en el fondo y luego otro en un tiro de esquina mandar a un volante, ni muy alto ni con gran salto como John Pajoy a marcar al mejor cabeceador contrario. 

Además, lo que la gente aún se pregunta son las razones para sacar a un Freddy Hinestroza, jugador más desequilibrante del partido, bajo el pretexto de que tenía tarjeta amarilla y quería evitar una expulsión. 

No hay que olvidar que en 2019, a Luis Fernando Suárez lo despidieron luego de clasificarse a la segunda ronda del torneo, pues no convencía con su fútbol ni el manejo de una amplia nómina a la que se le exigía jugar bien. 

Suárez había ganado un título - la Superliga - detalle que Perea no ha conseguido, pues fue eliminado en Liga Colombiana, Copa Colombia, Libertadores y Sudamericana, con la promesa de aprender de los errores. Cosa para no olvidar. 

Lo cierto es que lo de la noche de este miércoles es el primer campanazo de alerta para un grupo que aunque ha empezado sumando puntos, aún le queda lo más duro por delante, ante los equipos más fuertes del torneo.

Además viene la Copa Libertadores ¿Y será que tras la inversión esta vez habrá tanta compresión como en el fracaso del año anterior?

Aunque si bien, muchas lesiones no le han dejado tener a todos a disposición, al final de cuentas el entrenador está para solucionar esos problemas. Parece que la falta de experiencia le está jugando una mala pasada a Luis Amaranto. 

El tiempo lo dirá, pero las necesidades son concretas: A Junior, jugar bien; a Perea, convencer en su dirección técnica y a este proyecto, despegar de una vez por todas.