Nuevamente la derrota fue para Junior. En lo que se confirma ha sido un torneo fuera de todos los pronósticos, los barranquilleros perdieron dolorosamente en su feudo 2-1 ante Jaguares, en partido aplazado de la segunda fecha, que los deja mal parados de cara al remate.

El poco ambiente en las tribunas se vio complementado con el poco fútbol en la cancha. Fue pobre lo de Junior, desde todo punto de vista. En su juego, en el momento de sus jugadores y en el resultado final que los aleja cada vez más de las posiblidades de clasificar.

A los 7 minutos del silbatazo inicial Junior evidenció las grietas profundas en su defensa, sobre todo las del costado izquierdo. En ese sector del campo de juego, Andrés Felipe Correa estuvo sin distancia para hacer una efectivo cierre y Alexis Pérez no alcanzó a auxiliar a su compañero.

Como resultado, la pelota se coló entre los dos, para que entrara libre Kevin Londoño y definiera ante la salida apresurada de Sebastián Viera, que nada pudo hacer para contener el remate.

Era un tanto difícil de digerir para los barranquilleros, que hasta el momento habían tenido el protagonismo en las acciones. De otro lado, Jaguares cobraba caro al fragilidad exhibida por los de casa.
Y la cosa no mejoraba para los locales, que a los 11 de iniciado el partido por poco Jaguares casi amplió la ventaja con un disparo de tiro libre de Juan Mezú, que se estrelló rebeldemente contra el travesaño, ante la la vista de un vencido Sebastián Viera.

Aún sin mucha claridad, Junior lograría carburar lo suficiente como para tener oportunidades de emparejar el marcador. El atacante Édinson Toloza lanzó un centro por la banda derecha, para que llegara atropellando Robinson Aponzá y mandara la pelota por fuera, a los 25 de partido.  

Pero a los 32 de contienda, Jarlan Barrera estuvo a punto de poner la igualdad a la contienda, gracias a otro buen pase de Toloza, pero su remate se desvió en un defensa y se fue contra el borde exterior de la malla.

Con pocas ideas y ante las protestas airadas del público, Alberto Gamero se fue molesto al camerino. Decidió meter la manos en su escuadra y salir con dos cambios de entrada, para arriesgar al todo o nada en el complemento.

Así, el adiestrador ingresó a la cancha al argentino Bernardo Cuesta y al volante Jonathan Estrada, en los puestos de Toloza y Enrique Serje, buscando así darle un ímpetu más grande a la ofensiva rojiblanca. Pero en las primeras de cambio, la cosa no resultó como lo esperaba.

A los 53 de acciones la falta de presión en la mitad de Junior dejó que un balón llegara hasta los pies del atacante Darwin López, que ante la tibia marca de Jonathan Ávila, se giró para empalmar un zapatazo que se fue contra las redes entrando por el ángulo izquierdo de Viera.

Era un mazazo para la afición que veía ensombrecer las posibilidades de al menos un punto en la jornada que debía ser para sumar obligatoriamente para los rojiblancos.

Pero la angustia se calmó un poco, casi inmediatamente. El marcador derecho, Lewis Ochoa se fue por la banda para levantar un centro al espacio vacío en el área, a donde llegó para encontrar la esférica Roberto Ovelar, quien no perdonó para 2-1, a los 55.

Casi que por un automatismo, el entrenador de la visita Hubert Bodthert decidió sacar las acciones al atacante Ray Vanegas, quien siempre inquietó la meta currambera. Esto de inmediato ocasionó que los ‘Tiburones’ comenzaran el acecho a la meta felina.

A los 58 minutos, un remate de Estrada casi significa el empate. Su tiro salió abierto por centímetros de la portería custodiada por Wilder Mosquera, que solo pudo hacer guardia con los ojos mientras la esférica se iba  coqueta.

Pero los riesgos que tomaba Junior eran más que evidentes. Jaguares estuvo muy cerca por intermedio de un remate de media distancia desde la derecha de Eder Steel, que nuevamente se fue contra el palo, ante la tímida reacción de Viera, a los 77 de la partida.

Los barranquilleros no se rendían. Tras mucho intentar y mandar la bola constantemente al área, para llegar al tanto, un rechazo le quedó en los pies de James Sánchez, quien disparó un derechazo que quemó las manos de Mosquera, que envió la pelota al tiro de esquina, nuevamente.

 Ya con todo la carne en el asador, incluído el ingreso de Michael Rangel, Junior empujó hasta el minuto final, pero todo fue insuficiente. El juez señaló el final de las acciones y sentenció una nueva derrota para los de Barranquilla.  

Ahora, con tan solo seis unidades en la tabla y un partido menos de los que que tenía pendientes, Junior se medirá el miércoles ante Millonarios, nuevamente de local. Tal vez la última oportunidad de Gamero para mostrar mejoría en el equipo, antes de encaminarse al abismo.