El brasileño Raphinha en la acción en la que marcó el primer gol del Barcelona.
El brasileño Raphinha en la acción en la que marcó el primer gol del Barcelona.
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EFE

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Festín del Barcelona y de Raphinha ante el Bayern Múnich

El equipo azulgrana ganó 4-1 con tripleta del brasileño y un tanto de Lewandowski.

El Barcelona ha vuelto a la élite. Lo confirmó este miércoles enterrando sus viejos fantasmas contra su 'bestia negra' en Europa, el Bayern Múnich, al que goleó 4-1 de la mano de  Raphinha, que lideró el exorcismo azulgrana con un espectacular triplete.

El partido se le puso rápidamente de cara al Barça, que se adelantó a los dos minutos en una combinación entre Lewandowski, Pedri y Fermín, que vio el desmarque de ruptura de Raphinha y se la puso para que el brasileño driblase a Neuer y enviase el balón al fondo de la red.

En su centenario como azulgrana, Raphinha celebraba su primera aparición estelar de la noche como si hubiera marcado el tanto de la final, pero los locales ya no se acercarían al área visitante durante los siguientes veinte minutos. Y es que el Bayern no pareció acusar el tanto en contra y, más aplicado en la presión tras pérdida que su adversario, puso cerco a la meta azulgrana.

Avisó Keane a los diez minutos cabeceando a gol un centro desde la banda derecha de Müller, pero el colegido esloveno Slavko Vincic lo anuló por fuera de juego.

Ocho minutos después, el '9' británico volvía a perforar la portería de Iñaki Peña, esa vez en posición correcta y con un volea acrobática en el segundo palo tras un centro de Gnabry desde la izquierda.

El empate despertó al equipo catalán, que por fin empezó a tener la pelota y a recuperarla en campo contrario para desplegar su fútbol intenso y afilado, incluso contra el mismísimo Bayern.

Y de nuevo llegaría el premio del gol, en el minuto 35, cuando Fermín le ganaba la partida a Kim Min-Jae y, sobre la salida de Neuer, cedía el balón a Lewandowski para que rematara a placer.

Un Raphinha en estado de gracia controlaba un desplazamiento de cuarenta metros de Casadó para asomarse al vértice del área, encarar a Guerreiro y Upamecano y soltar un zapatazo con rosca al segundo palo de Neuer y desatar la locura en el Lluís Companys, que empezaba a corear su nombre.

Raphinha fue el que encontró la grieta por la que colarse. El pase filtrado a la espalda de la defensa visitante lo recibió Lamine Yamal y el brasileño, este miércoles capitán, se encargó del resto con un disparo cruzado que superó a Neuer poco antes de la media hora.

Con el 4-1, Kompany hizo un triple cambio a la desesperada, dando entrada a Musiala, Goretzka y Coman con el objetivo de ganar aún más en posesión y en pegada en la última media hora.

La recta final del encuentro, Flick la dedicó a reservar a su columna vertebral pensando en el clásico del próximo sábado ante el Real Madrid. El Bernabéu parece el escenario ideal para enviar de nuevo el mensaje: el Barça ha vuelto.

EFE

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