
Carlos Utria, el pelao peleonero de Soplaviento que impresionó en Riad
El púgil, de 21 años, es favorito al título en la categoría superligero del Boxing Grand Prix organizado por el CMB.
Un pelao peleonero nacido y criado en las calles polvorientas de Soplaviento (Bolívar) se robó todas las miradas en la primera fase del Boxing Grand Prix, torneo organizado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en Riad (Arabia Saudí), y que reúne a 128 boxeadores de 40 países en las categorías pluma, superligero, mediano y pesado.
Se trata de Carlos Utria, de 21 años, quien propinó un nocaut impresionante al dominicano Elianel Guerrero, al cual derribó tres veces en el segundo asalto para lograr su décima victoria como profesional, todas ellas por la vía del sueño.
Su brillante presentación originó elogiosos comentarios, incluso del campeón mundial mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez y de su entrenador Eddy Reynoso, quienes quedaron impresionados por la calidad, el estilo y la fuerte pegada del colombiano.
Desde ya, Utria es considerado favorito para llevarse el título en la categoría superligero (140 libras). Su próxima cita será en junio (18 al 20) contra el argentino Alan Crenz, quien venció por decisión unánime al filipino Crisalito Beltrán. Si gana volverá a pelear en octubre y allí buscará el paso a la final, prevista para diciembre.
“Fue un rival que estudiamos bastante, que estaba invicto en 9 peleas, 6 ganadas por nocaut. Más que todo trabajamos el tema de la distancia, el jab, sobre todo, en la parte de abajo. En el segundo round le dimos un jab abajo, soltamos un bombazo arriba y un recto de derecha que lo dejó en mal estado y rematamos con gancho al hígado que nos dio la victoria. Tres veces cayó a la lona con esa misma combinación”, recordó Utria sobre su pelea contra Elianel Guerrero, el Viernes Santo.
“La mayoría de las peleas se fueron a decisión, pero yo di de qué hablar por haber tumbado tres veces en el mismo round a mi rival. Soy la figura en esa división por el nocaut que di. Soy uno de los favoritos, tengo el carácter, la decisión y el talento, tengo un estilo completamente distinto, pero hay que seguir trabajando”, agregó emocionado.
A su próximo rival, el argentino Alan Crenz, lo vio pelear contra Crisalito Beltrán y le dejó una buena impresión. “Tiene 15 victorias y una derrota. Es muy bueno, muy fuerte, pero desde el lunes vamos a prepararnos para esa pelea”, aseguró Utria, quien descansará unos días en su natal Soplaviento, para reponerse del agotador viaje de 36 horas desde Riad, antes de volver al gimnasio en Barranquilla.
Además de su gran pegada, Utria reconoce su instinto para salir a buscar el nocaut desde el primer campanazo.

“Soy un boxeador que sabe definir una pelea, que le ve el punto débil al oponente y lo aprovecha al máximo”.
Considera que estos atributos los empezó a cosechar desde que era un niño en Soplaviento.
“Desde pelao era peleonero en la calle, veía bastantes películas de boxeo y salía a la calle creyéndome como el protagonista y a buscar problemas. Eso a mi papá no le gustó y me llevó donde un profesor a entrenar boxeo y desde ahí quedé encantado con este deporte. Vi que era muy bueno y un boxeador completamente distinto”.
Con suprema madurez asegura estar dispuesto a hacer todo lo posible para darle triunfos a Colombia.
“Todo es un proceso, todo es de sacrificio, de esfuerzo, desde pelao soy responsable, le accedí mi juventud a este deporte y se me están dando las cosas gracias a la disciplina que llevo. Quiero ser una leyenda en mi país, en este deporte y en el mundo. Ser ejemplo para todos esos jóvenes que no tienen nada, que vean el deporte como una opción de vida, que el deporte cambia vidas, como la de este servidor”.
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El entrenador de Carlos es su padre Lenin Utria, quien lo tiene sometido a una rígida disciplina, algo que no incomoda al joven boxeador bolivarense.
“Tengo toda la confianza depositada en mi papá, él tiene buen conocimiento y estamos aprendiendo juntos. Ya son ocho años de trabajo con él y hay que seguir así”, asegura Carlos, cuyo apoderado es Alberto Agámez.
Lenin Utria también está ilusionado después de la presentación que hizo su hijo en Riad y que le ha hecho ganar reconocimiento de la crítica internacional.
“La carrera de Carlos ha sido muy bien llevada, se han logrado todos los objetivos a nivel amateur. Fue campeón nacional cinco veces, campeón junior panamericano, estuvo en la preselección Colombia para los Juegos Olímpicos (París 2024), no se dieron las cosas y tuvimos que saltar al boxeo profesional. Lleva 10 peleas, todas ganadas por nocaut, ocho en el primer round y dos en el segundo”.
Lenin dice que su aprendizaje como entrenador de boxeo ha ido a la par del desarrollo de su hijo en este deporte.
“Yo vengo sobre la marcha con él, lo mismo que él lleva entrenando lo llevo yo como entrenador. Leí mucho, estudié el deporte, creé fórmulas según las combinaciones que tenía y han dado resultados”, afirma.

Destaca la disciplina de su hijo, y asegura que esta ha sido la clave para el éxito que ha tenido hasta ahora.
“Carlos vive en una concentración continua, yo soy el entrenador, soy el padre, vive en la casa y por eso está dando resultados. No me quejo de él, es bastante disciplinado, tiene errores, pero que se corrigen. Es un pelao y eso es normal”.
“A Carlos lo ven como un boxeador peligroso, favorito para llegar a la final. En muchos países lo vieron, ‘Canelo’ Álvarez, que es su ídolo, lo saludó, y Eddy Reynoso (su entrenador) le dio mucha motivación”.
Carlos Utria también celebró el triunfo de Jhon Bolaños, su amigo, nacido en Arenal (Bolívar), quien en la división pluma derrotó por decisión unánime al estadounidense Jermaine Hardison.
Otro colombiano que ganó fue Carlos Sinisterra, por decisión unánime al chino Dacong Wang, en la división mediano. La única derrota la sufrió Rodolfo Puentes, en pluma, por decisión unánime ante el sudafricano Bekizizwe Maitse.
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“Lo mejor de este torneo han sido las decisiones, no están robando peleas, hay bastantes jueces experimentados, unos rivales que son top 10 de sus países, con muy buenos récords. Se quitaron más de 60 invictos ese día”, cerró Carlos.
El Grand Prix se hace en honor al mexicano José Sulaimán, quien por muchos presidió el Consejo Mundial de Boxeo, ahora dirigido por su hijo Mauricio, quien dijo que este torneo hace realidad un viejo sueño de su padre.
Los requisitos para los participantes eran no pasar de 26 años y no tener más de 15 peleas profesionales.
Los combates, todos pactados a seis asaltos, se celebran en el BLVD City Global Theater de Riad. No hay empates, pero en caso de haber igualdad en las tarjetas, se recurre al sistema cualitativo de puntuación, que clasifica los rounds como cerrado, moderado, decisivo o extremo, lo que permite que haya un ganador en cada pelea.