Alemania derrotó este miércoles a Finlandia por 2-0 en un amistoso que fue a la vez la despedida de la selección de Bastian Schweinsteiger tras doce años y 121 partidos como internacional.

El seleccionador Joachim Löw optó por rodear a Schweinsteiger en su despedida de jugadores que habitualmente han sido suplentes en la selección, empezando por Marc André Ter Stegen que empezó en la portería en lugar de Manuel Neuer.

Además, había un debutante, Nickas Sule, que formaba pareja de centrales al lado de Shkodran Mustafi.

Sólo Joshua Kimmich, como lateral derecho, Jonas Hector, como lateral izquierdo, y Mario Götze, en la media punta, habían sido en el pasado titulares habituales.

En el segundo tiempo entraría Mesus Özil y Thomas Müller, pero en todo caso es claro que Löw usó más el partido para darle minutos a los suplentes que para otra cosa, por lo que las conclusiones que pueden sacarse son pocas.

Pese a ello, Alemania tomó el control del partido desde el comienzo, apropiándose de la pelota aunque con problemas para llegar al área ante una Finlandia muy replegada.

Durante el primer tiempo, la ocasión más clara se dio en el minuto 27, cuando Arajuuri estuvo a punto de marcar en propia puerta al estrellar un balón contra el poste cuando trataba de despejar un centro de Hector.

En el 32 llegó una segunda ocasión cuando Götze, tras recibir un buena pase de Max Meyer, dejó el meta Lukas Hradecky en el camino, pero su remate fue interceptado por un defensa.

En el 42 Sule lo intentó con un remate desde la distancia que Hardecky desvió a saque de esquina.

El gol alemán llegó al fin en el minuto 55. La jugada la inició Kimmich con un pase largo para Götze que lanzó un centro al área desde la derecha que Volland dejó pasar por entre las piernas para Meyer definiera desde el centro del área pequeña.

El segundo lo marcó Mesut Özil en el 77, con un disparo dentro del área que encontró el camino a la portería por entre un bosque de piernas finlandesas tras pegar en un defensa.
 

EFE