Con un venda en la cabeza y acompañado de sus dos hijos, el arquero del Nápoles italiano David Ospina se recupera del golpe en la cabeza que recibió en el partido que disputó su equipo frente al Udinese, el domingo anterior en el estadio San Paolo.

"Quiero agradecer de corazón a todas las personas que han estado pendientes de mi estado de salud", dijo inicialmente el portero, que postea una foto con sus hijos Dulce María y Maximiliano.

"Me encuentro bien, en familia y en reposo y pronto con la ayuda de Dios y sus oraciones estaré de vuelta y más fuerte que nunca", dijo el antioqueño.

Ospina se desmayó en el campo y fue llevado urgentemente a un hospital napolitano, donde recuperó el conocimiento.

El fuerte golpe lo recibió en el minuto 4,  cuando chocó contra el argentino Ignacio Pussetto. Inicialmente, Ospina siguió jugando, pero se desmayó 35 minutos después para ser llevado de urgencias a un hospital donde se recuperó y fue examinado. 

Según escribió el club en su página web: "el arquero tendrá unos días de descanso y no responderá a la convocatoria de su equipo nacional".