Entre pinturas, aluminio y todo lo que un escultor necesita para hacer sus obras estaba Yino Márquez Arrieta, un barranquillero de 54 años sentado en su taller en el barrio La Paz -“donde ocurre la magia”- alistándose para ir a dar clases a sus estudiantes de la Escuela Distrital de Arte.  

A simple vista es un señor bacán y con quien se puede entablar una conversación fácilmente, pero también, un escultor amable, que respeta su trabajo y le da valor a lo que sus manos pueden crear.  

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Entrar a su taller es sumergirse en la historia de Yino, lo que ha representado para él realizar estos monumentos y como tiene la capacidad de pasar un boceto en hojas de block a estructuras que pueden medir más de 7 metros de altura.  

Su vocación y amor por las artes plásticas no fue algo de un día para otro, Márquez Arrieta, lo estudió, se graduó y con ello tejió un camino lleno de reconocimiento que hasta hace 3 años no se lo creía.  

“Esto nace en la infancia cuando me matricularon en una guardería del barrio Lipaya, Allí aprendí a ser modelado con plastilina, nos ponían a jugar y desarrollé, las habilidades, luego paso a un colegio y después me voy al colegio Comunal Mixto, donde se daba artística, teatro, danza, máscaras del Carnaval y ya luego paso a Bellas Artes para afianzar más mis conocimientos”, dijo en diálogo con Zona Cero.  

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Esculturas que llevan su marca 

Yino Márquez, sin imaginarlo, ha dejado un poquito de su arte en cada esquina que tiene ‘la Arenosa’. Y es que al mirar tantas bellezas en su taller no puedes creer que él haya sido su creador.  

Una de las esculturas con las que inició fue el busto del pintor Alejandro Obregón: sutil, blanco, perfecto y con un trabajo de admirar.  

“Cuando yo hice esta primera estructura y fue inaugurada no lo podía creer, ahí yo dije que algo extraordinario estaba pasando, a las personas les había gustado y ese era mi mayor satisfacción, se tomaban fotos, preguntaban quién la había hecho. Fue un momento muy agradable”, indicó.  

Pero no todo quedó en ese busto, luego de esa “entrada triunfal” realizó la escultura de Los Enamorados, ubicada en el Parque de Los Locutores, dos manos agarradas, selladas por un anillo que representa amor y respeto.  

“Esta escultura fue otra gran fiesta para mi vida, se dio por medio de un concurso y nuevamente sin imaginar que podía ganarlo ahí estaba yo poniendo mi arte en otro espacio de Barranquilla, fue con esas dos estructuras que yo dije ‘voy a ser escultor monumental’”, aseguró. 

Las manos de Yino Márquez también realizaron una escultura en homenaje al Joe Arroyo, que aunque no nació en Barranquilla, la inmortalizó en una canción. 

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Esther Forero, Shakira y Sofía Vergara: orgullo para Yino 

Si hay algo por lo cual se sienta orgulloso y realizado este barranquillero es haber sido el creador de tres monumentos a mujeres que han dejado huella, historia y enseñanzas en una ciudad que las vio crecer y convertirse en un referente ante el mundo. 

Esthercita Forero, ‘la novia de barranquilla’, Shakira y Sofía Vergara, tres estrellas que hoy brillan en el Malecón del Río y la calle 74, siendo atractivos para propios y turistas. 

“Yo estoy muy honrado que a mí me hayan encargado la elaboración de estas tres mujeres. Me enorgullece todo lo que pasó cuando pude presentar estas esculturas monumentales y saber que al barranquillero le gustó. Esther Forero trazó su camino en Barranquilla y cantó como ninguna otra cantante”, afirmó. 

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Agregó que para él “fue maravilloso hacer a Sofía Vergara y a Shakira, dos mujeronas fantásticas, grandes de la cultura popular en Barranquilla y el mundo, porque ellas no solamente son reconocidas aquí, y ser yo el escultor de esas dos figuras es un privilegio”.  

La entrevista transcurría con normalidad, es agradable y gratificante escuchar tantas historias maravillosas que guarda Yino en su taller, como la interacción que tuvo con Shakira a la hora de crear su escultura.  

Cuenta que fue ella misma quien escogió la pose, el concepto del monumento, cómo quería que la proyectaran. Ella participó en todo el proceso y eso para Yino fue su mejor recompensa. 

“A mí me gustó la interacción que tuve con Shakira en la elaboración de su escultura. Fue ella la que seleccionó esa pose. Yo le puse otros ingredientes que no tenía, que le dio más fuerza al concepto de la escultura, el vestido que se convierte en olas, el color, pero ella fue participando en todo el proceso”, indicó.  

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Asimismo, a la hora de realizar el rostro, la barranquillera no quería aparecer sonriendo, sino, así como lo tiene. 

“Ella cuando veía como iban quedando las piernas me decía si le quitaba o le colocaba más, el rostro no lo quería sonriendo, me sugirió como hacerle los ojos, ella realmente fue partícipe de todo para un resultado de todo su gusto”, anotó. 

Otro de los ‘cuentos’ que guarda este artista plástico es sobre su reciente obra a Sofía Vergara, ‘la estrella de Hollywood’, inaugurada el 10 de julio, que tiene 7.30 metros de altura y un peso de 6 toneladas.     

Yino señaló que con la ‘Toty’ fue todo un silencio. “Ella me dejó trabajar a mi albedrío y pues tú ves, esos son los resultados. Fue un proceso que me demandó más de 6 meses, yo no salía de mi taller. La idea de las estrellas en la punta del dedo le dio un ‘toque’ diferente”.

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Aseguró que fueron varios bocetos, en el inicial había pintado a la actriz y empresaria con un vestido corto que resaltaba sus tributos, pero “sentía que le faltaba algo más”, por lo que decidió alargar el traje y finalizarlo tipo ‘corte de sirena’.  

“La estatua tiene varios detallitos que hacen la diferencia, es más alta que la de Shakira, como está al lado del Río Magdalena el azul simboliza sus aguas, la piel dorada es la esencia del barranquillero y las estrellas que ella tiene en la punta del dedo es como decir que ella dentro de ese grupo es la más grande”.