Trillizos: el mejor regalo del Día de la Madre en casa de los Palacio-Polanco
La alegría de los jóvenes padres la empañan los gastos que demandan los bebés, que exceden el magro presupuesto familiar.
En un lapso de cuatro minutos la felicidad de Eileen Polanco Carrillo y su pareja Jonathan Palacio Rangel se multiplicó por tres, el pasado viernes 21 de abril en la Clínica La Merced de Barranquilla.
Ese fue el tiempo que tardaron en nacer sus trillizos Johnifer, que llegó a las 7:46 a.m., Jonathan a las 7:48 a.m. y dos minutos más tarde, Jhoeylin, a las 7:50 a.m.
Para estos padres primerizos la emoción de un parto múltiple ha sido una bendición de Dios desde el mismo día en que la ecografía confirmó que la mujer de 35 años y su compañero de 33, esperaban trillizos.
“Esa fue la noticia más bonita que me han dado. Yo regresé del trabajo y cuando llegué, Eyleen me puso la ecografía en las manos. Son tres, me dijo, yo entré en shock, no lo podía creer”, recuerda Jonathan, el alegre padre quien se gana la vida como soldador en una empresa en la calle 30 de Barranquilla.
La pareja recuerda que el anuncio de que iban a ser padres por partida triple en un solo momento, les produjo mucha alegría, pero al mismo tiempo el médico les advirtió que se trataba de un embarazo de alto riesgo.
Esto lo supieron a los dos meses y medio de gestación, y por el anuncio de que el proceso de podría complicar, acudieron a su sentido religioso y se encomendaron a Dios y a la Virgen de Guadalupe.
Oraban con mucha fe en la Parroquia San Luis Beltrán, a donde acuden con frecuencia.
“Yo iba a los controles médicos, hice una vida normal, con alimentación sana, pero al final, la barriga me pesaba mucho”, dice Eyleen, quien tuvo que interrumpir los estudios de cocina que realizaba, para atender con mayor cuidado a los trillizos que llevaba en el vientre.
El jueves 20 de abril, víspera de la cesárea, Jonathan confiesa que no durmió esa noche, como tampoco lo hizo la madrugada del 21. Una mezcla de felicidad, ansiedad e incertidumbre, embargaban a la pareja.
Arturo Montaño Mendoza, perinatólogo de la Clínica La Merced, que atendió el procedimiento, explica que un parto múltiple siempre hay alto riesgo por el número de placentas.
“El útero está hecho para un solo embarazo, cuando son múltiples a partir de dos, hay que tener una mayor vigilancia, ejemplo claro como lo fue en esta ocasión”, expuso.
Johnifer y Jonathan nacieron con un peso normal de 1.700 y 1.800 gramos, respectivamente, mientras que Jhoeylin, solo alcanzó los 900, por lo que fue necesario que siguiera internada en la unidad neonatal hasta que logre el peso ideal.
Pero ya en casa de la carrera 7C con calle 39, barrio Villa Adela del municipio de Soledad, la vida le dio un nuevo un giro a esta joven pareja.
La mamá de Eileen, Nuri Carrillo, y su hermana, Jenny Polanco, han sido dos de sus apoyos para atender a los dos niños mientras ella sale todos los días a las 8 a.m. a visitar a Jhoeylin, que cada día mejora, como lo dicen los especialistas.
La ginecobstetra Yandry Milena Canfiel Díaz, que también hizo parte del equipo de especialistas de este procedimiento exitoso, reveló que la institución atiende entre 300 a 350 partos cada mes, la mayoría por vía vaginal.
La falta de recursos empaña la felicidad
Tanto Eileen como Jhonatan, que viven en unión libre desde el 2018, reconocen que si bien los embarga la felicidad de ser padres primerizos, y de trillizos, y que se sienten en gratitud porque nacieron sanos, confiesan que la falta de recursos para criarlos embarga un poco el momento que viven.
Y aunque las dos familias los han “arropado” en este nacimiento múltiple, no es suficiente.
“Yo me gano el salario mínimo, es un empleo temporal, pagamos 400.000 en arriendo más los servicios públicos. De ahí hay que sacar lo de los alimentos y lo de la crianza para nuestros tres bellos hijos. Las cuentan no dan. Hemos empezado a angustiarnos”, asegura el joven soldador que además destaca que muchos de sus compañeros de trabajo le han tendido la mano.
Eyleen cuenta que en la clínica le entregaron una caja con 48 potes de leche para neonatos, y que en sus primeros 23 días de nacido, Johnifer y Jonathan consumen diariamente ocho tarros de 40 ml cada uno, a los que se suman los 16 pañales desechables diarios.
“A la niña la están alimentando por sonda. Nosotros llevamos los pañitos húmedos y una crema especial”, dice.
Jonathan va más allá y entonces, se arriesga a pedir ayuda a los lectores de Zona Cero.
“Yo hago un llamado a la gobernadora Elsa Noguera para que nos ayude, a los ciudadanos de buen corazón que recibimos cualquier apoyo para nuestros trillizos. Mi teléfono celular es 300 3961944”.
Para esta joven pareja, este domingo, Día de la Madre, celebrará en casa, con sus dos pequeños de 23 días de nacido. E irán a la Clínica La Merced a visitar a Jhoeylin.
"Los trillizos son el mejor regalo", exclaman.