Teobaldo Guillén: los recuerdos tras bambalinas del pionero del teatro en Barranquilla
Su máxima obra fue gestionar y crear el programa de Arte Dramático de la facultad de Bellas Artes.
El religioso español Galo Ladislao, prefecto de disciplina de la otrora Escuela Normal Nacional de Varones del Litoral Atlántico, fue el faro que en la década de los sesenta iluminó el proyecto de vida y vocación artística del pionero de teatro en Barranquilla, Teobaldo Guillén Valdés.
Así lo reconoce el maestro, quien en ese entonces estudiaba en calidad de interno en la Normal (hoy La Hacienda), regentada por la comunidad Lasallista de los Hermanos de San Ignacio de Loyola.
Tanto lo marcó esa época de su formación, que no duda en considerarla “la más cuidadosa de las puestas en escena” que haya vivido, como confesó en entrevista con Zona Cero, a propósito del lanzamiento de su libro ‘Remembranzas tras bambalinas. Evocaciones de un pionero del teatro en Barranquilla”, que recopila 350 registros de prensa sobre su trayectoria profesional.
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Guillén graduó de maestro-educador en 1963, y en su memoria aún recuerda la reflexión nocturna que el hermano Galo les decía a los estudiantes antes de subir al dormitorio: “El buen educador debe dejar una obra de servicio para su comunidad”.
De esa guía académica le surgió el propósito de gestionar, fundar y dirigir durante varios años el programa de Arte Dramático de la facultad de Bellas Artes, que considera su máximo logro y orgullo, pues le dio oportunidad a jóvenes de toda la Costa de estudiar teatro, afirma con enorme satisfacción,.
En la hoja de vida de este pionero del teatro se destacan la docencia en el Instituto Inem, y la dirección de actividades culturales en la Universidad del Atlántico.
Obtuvo numerosos galardones en festivales nacionales y extranjeross al dirigir importantes obras de teatro colombiano, latinoamericano y universal, con las que representó al Caribe y al país.
Este nombre que labró en la dramaturgia nacional, le significó ser tenido en cuenta como conferencista en varios países.
Próximo a cumplir 80 años el 4 de julio, Guillén afirma que si tendría que representar su vida en una puesta en escena, le incluiría el conflicto personal que atravesó por mucho tiempo, “ser docente o ser teatrero”.
“Fue un conflicto permanente porque no sabía para dónde coger, pero al fin de cuentas supe manejar las dos actividades. Sin embargo, aún me pregunto cuál de las dos fue la más importante con respecto a la otra”.
Guillén Valdés nació en Barranquilla en la Calle Bolívar (41) y con Carrera Hospital (la 33), y fue criado en el barrio Abajo (al lado de Conservas California, rememora con exactitud).
De sus comienzos en la escena teatral en 1968, trae a la actualidad una de las finalidades de sus representaciones: la denuncia social.
“Era una época muy convulsa en Latinoamérica, y teníamos el planteamiento de Bertolt Brecht (poeta y dramaturgo alemán), que decía que el teatro debía educar y divertir. Hoy en día las obras tienden a mostrar conflictos de tipo social, político y religioso, pero ya no es la denuncia que hacíamos antes”.
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Sobre el teatro que se escenifica en nuestra Costa Caribe respecto al del interior del país, considera que están casi a la par.
“Antes de que se creáramos el programa de Bellas Artes, teníamos ciertas falencias frente a Cali, Bogotá, Medellín, lo que era explicable porque allá aprendían de la estética del teatro en toda su dimensión, pero ahora veo montajes de nuestros egresados que no tienen nada que envidiarle a otras ciudades”.
Para Guillén la actual situación política del país debe llevar a pensar a los estudiantes, a investigar sobre lo que está sintiendo para que la producción se enriquezca cada vez más.
Las remembranzas
A lo largo de su trasegar por el teatro y la docencia, Teobaldo Guillén quiso recopilar en tres libros ese legado en 350 publicaciones periodísticas que considera es la memoria fiel de un trabajo serio y responsable.
Esas “Remembranzas tras bambalinas. Evocaciones de un pionero del teatro en Barranquilla”, como lo tituló, es al mismo tiempo un homenaje a quienes desde los antiguos tiempos del linotipo, del off set, y ahora los modernos computadores, forjaron el periodismo cultural que marcó una etapa en la vida de la ciudad.
En este reglón menciona a periodistas como Germán Vargas Cantillo, Beatriz Manjarrés, José Cervantes Angulo, Laurian Puerta, Ernesto McCausland, Denisse Lagares, Marta Guarín, Esmeralda Ramírez, Rafael Sarmiento, Zoraida Noriega, Patricia Escobar y Rafael Salcedo, entre muchos otros.
Este –dice- "es el primero de los tres libros es sobre la visión de cómo era el teatro, tarea que hice con todos quienes trabajaron conmigo a lo largo de cuatro décadas largas que se esforzaron para dejar una huella. Sobre todo para que la historia la conozcan las nuevas generaciones".
El lanzamiento de la obra será el viernes 22 de marzo a las 4 p.m. con motivo del Día Internacional del Teatro, y tendrá como invitados especiales a los estudiantes de arte dramático de la facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico.
Una segunda presentación será el 6 de abril, víspera del Día de Barranquilla, en la sede de Cajacopi Prado, a las 4 p.m.
A finales de abril está previsto otro lanzamiento ante los estudiantes de teatro de la Escuela Distrital de Artes, EDA.
“Nuestro interés y compromiso siempre fue mostrar el arte escénico a las clases más necesitadas de la población en una incansable y vasta tarea de difusión teatral. Y a fe que lo logramos. El hermano Galo debe estar orgulloso de los resultados”, dice en tono pausado desde su casa en el barrio Villa Carolina.
👏🏻 Reconocemos la labor del maestro Teobaldo Guillén, quien desde el teatro enriquece nuestros saberes. Junto al señor alcalde @AlejandroChar exaltaremos su vida y legado en el marco de la efeméride de nuestra ciudad.https://t.co/i6rlwiUaO2
— Juan Ospino Acuña (@juanospinoacuna) March 10, 2024
¡Misión cumplida, maestro Teobaldo Guillén! Aplauso de pie para el pionero del teatro en Barranquilla.