Con una imponencia natural, elegante, bella y un vestido negro que dejaba ver su esbelta figura, así acudió a nuestra entrevista Valentina Olano Wightman, quien el 14 de mayo fue escogida Señorita Atlántico 2025.  

Barranquillera, amante al Carnaval y al chuzo desgranado. Así es la representante de los atlanticenses al Concurso Nacional de Belleza (CNB) que se realizará en Cartagena y exalta la labor inagotable de la mujer en las diferentes regiones.    

“Mi sueño es ser la embajadora nacional y eso lo podemos ser con o sin corona, pero se me ha presentado esta hermosa oportunidad y la verdad es que es un sueño de toda la vida porque mi mamá hace 40 años tuvo el honor de representar a nuestro departamento en el Concurso Nacional de Belleza quedando de virreina, entonces esto para mí ha sido una meta”, mencionó. 

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Valentina es una espigada trigueña que no solo demuestra seguridad en sus respuestas, sino que también domina con soltura la pasarela. Ha viajado por el mundo y conoce bien su departamento, lo que la ha llevado a tener un bagaje cultural muy amplio.  

En diálogo con Zona Cero contó que el camino hacia la corona de Señorita Atlántico no fue nada fácil, pero gracias a su “determinación y perseverancia” lo logró.

“Esta preparación en verdad ha sido completa tanto en la parte espiritual, física y emocional. En esto último estamos lidiando con diferentes facetas de una persona y para poder representar perfectamente o con excelencia a nuestro departamento he tenido que trabajar esa parte emocional especialmente fortalecerme y ya la parte física eso es de todos los días. Estoy completamente comprometida trabajando con un gran equipo”, agregó.

La barranquillera de 23 años con 1.73 de estatura y ojos café, además de su idioma materno -español-, habla inglés, francés y alemán. Es la segunda de tres hermanas. 

Su formación académica es inigualable pues tiene una carrera en Teología y Liderazgo, la segunda en Relaciones Públicas y Mercado de Redes Sociales y una maestría en Consejería Cristiana. Además, toca el violonchelo y disfruta pasando tiempo en familia. 

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Más que una corona 

“Quiero dejar mi vocación de servicio a todos”, fue la frase que dijo Valentina al responder sobre el mensaje que desea dejar en el Concurso Nacional de Belleza. 

Y es que Valentina se quiere convertir en fuente de inspiración para las jovencitas que al igual que ella están detrás “del sueño de su vida”.   

“Yo no solo quiero ser la embajadora nacional sino una mujer que deje su don de servicio a todos. Mi mamá siempre nos inculcó que podemos y deberíamos ser la luz de Dios por todas partes, en cualquier oportunidad que se nos presente”, mencionó. 

Además, destacó que si hay una palabra que se defina ante el reinado sería “entregada”, pues está dispuesta a entregar lo mejor de sí “no sólo para nuestro departamento, sino también al país, para poder representarlo de la mejor manera para que se destaque como siempre lo logra hacer”. 

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Cuna de reinas 

Valentina lo tiene todo para salir a buscar la corona número 13 en el Concurso Nacional de Belleza, pues su historia está marcada por el linaje.  

La joven de 23 años es hija de Karen Sue Wightman Corredor, quien en 1985 fue Señorita Atlántico y alcanzó el título de Virreina Nacional de Belleza ese mismo año. 

“Me siento emocionada y orgullosa de poder compartir este logro, este legado que ha dejado mi mamá, eso siempre fue un sueño. Mi mamá es una mujer muy sabia, le encanta escuchar a los demás, creo que en eso sí somos igualitas, a mí me encanta sentarme en el patio con la gente del vecindario y hablar, pero que ellos sepan que han sido escuchados, que no se sientan solos, que se sientan amados y en eso mi mamá y yo somos uña y mure”, puntualizó.