¿Qué se puede imaginar usted cuando aborda un tren, recorre dos kilómetros y llega a una ensenada donde confluyen el Río Magdalena, Mar Caribe y la Ciénaga de Mallorquín?

Sin dudarlo un minuto no deja de pensar que ha llegado a un paraíso recuperado en Barranquilla, otrora urbe que se había dado el lujo de darle la espalda al Río y negado la posibilidad de llegar a un punto equidistante donde se unen las aguas del Magdalena y el Mar Caribe.

Obvio que en esta desembocadura de Bocas de Cenizas se arma un gigante de espumas y olas, pero el tajamar crea una especie de bahía y dos kilómetros de playas que están a punto de ser abiertas al público con todos sus servicios públicos.

Esto fue lo que experimentamos al abordar el tren eléctrico desde Las Flores hasta llegar a Puerto Mocho.

Es una estación amplia, con sus respectivos parqueaderos. Donde llegarán los buses afiliados al Sibus y con el pago de su tarjeta podrá disfrutar de este servicio.

En la estación hay disponibles dos trenes eléctricos, cada uno con  capacidad para 70 personas.

En medio de 10 minutos se nos enrostra la playa de Puerto Mocho. Es un recorrido tranquilo. A un lado, la Ciénaga de Mallorquín y por el otro, un gigante fluido que pasa raudo, surcado por barcos cargados de contenedores.

Hay muchas cosas por admirar y destacar en este proyecto diseñado e implementado por Edubar, que contará con la asesoría paisajística del arquitecto José Pérez, por petición del Alcalde Char.

El estudio de impacto ambiental no dejó nada al azar. Existe una línea verde que impide que los animales de la zona atraviesen la vía y busquen el puente para la fauna con el fin de que los reptiles puedan atravesar sin peligro alguno.

Otro es la construcción de canales para la oxigenación de la ciénaga, logrando que los mangles vuelvan a reverdecer.

Pero lo más importante: fueron vinculados y tenido en cuenta los aliados naturales del proyecto. Mototaxistas, caseteros y personas de la zona jugarán su rol importante en este balneario.

La administración dotará a los mototaxistas de unas motos eléctricas, adecuadas para el transporte de bañistas.

“Este es el tercer proyecto ambiental y turístico que recuperamos para los barranquilleros. Primero, el Gran Malecón del Río, segundo la Ciénaga de Mallorquín y ahora la playa de Puerto Mocho”, destacó orgulloso el Alcalde Alejandro Char durante un recorrido con periodistas en la mañana de este sábado. Todo esto se ha logrado desde el 2008.

“Son 2.5 kilómetros de una gran intervención para el peatón, para la bicicleta, para nuestros trenes eléctricos, con alumbrado público fotovoltaico, con barreras para la fauna y con paso también a nivel para la fauna, para nuestros caporos, para las iguanas, para nuestros mapaches e inclusive hasta nuestras serpientes”, explicó el mandatario.

Con estas intervenciones se busca proteger las especies, que disponen de su paso de fauna a desnivel.

“Importante tener muy en cuenta que todo este alumbrado público trabaja con la luz solar y cuando se enciende tiene la luminosidad que nos exige el medio ambiente para proteger este gran ecoparque que inicia con nuestra Ciénaga de Mallorquín, pero que también está aquí con nuestro río y con nuestras playas”.

Para hacer posible este proyecto, la administración distrital ha invertido 120 mil millones de pesos, de recursos propios, del dinero de los barranquilleros.

Barranquilla por fin tiene playa

De acuerdo con el proyecto la playa de Puerto Mocho está dividida por zonas.

Zona 1, hace referencia al espacio que da la bienvenida a los bañistas. Cuenta con baterías de baño para hombres y mujeres, punto de información, tiqueteras, aula ambiental y, además, contará con cocinas y puntos de venta para artesanías.

Este espacio tendrá puntos de venta de productos refrigerados: coco, gaseosas, helados, entre otros. También equipamiento deportivo como cancha de fútbol playa, canchas de vóley playa, cuartos técnicos, que tendrán transformador, tableros y temas eléctricos. También estará la PTAR, que es la zona de tratamiento de agua.

Zonas 2 y 3: los visitantes podrán disfrutar de más espacios para la diversión y el sano esparcimiento al encontrar cocinas, 18 quioscos –cada uno con 4 puestos de 6 personas, es decir, 24 personas por quioscos–, puntos de venta, administración, enfermería, punto de información turística, almacenamiento, escuela de kitesurf, escuela de deportes náuticos sin motor, zona de tanques, cuartos técnicos. Adicionalmente estará la primera sede operativa de los pescadores de la zona.

Vigilancia las 24 horas

Este proyecto contempla la instalación de una estación de Policía, patrullajes del Ejército y guías cívicos para garantizar la seguridad y tranquilidad de los visitantes durante las 24 horas del día.

“Aquí hemos vinculado a todas las dependencias del Distrito. Queremos que sea un hermoso atractivo para locales y turistas. Y se avanzó en las obras porque los residentes nativos creyeron en nosotros, los vinculamos y nos facilitaron las cosas para agilizar los trabajos”, agregó.

La meta es darlo al servicio este 30 de noviembre. Ya están instaladas 70 carpas para los bañistas, baterías de baños y casetas donde se venderá una variada oferta de comidas de mar.

Esta tarde-noche habrá una pre-inauguración y el lunes y martes, estará disponible para la prensa nacional e internacional y los invitados especiales que asistirán al partido de la Selección Colombia en el estadio Metropolitano.

“A Barranquilla nada le queda grande y aquí se ven los impuestos que pagan los barranquilleros”, indica el Alcalde Char al mostrar la grandeza de esta joya ambiental y turística.