En el siglo pasado, las nalgadas era el método más efectivo para corregir a los hijos.
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Niños corregidos con golpes “son más agresivos y antisociales”

Según un estudio realizado por Elizabeht Gershfff, profesora de ciencias de la familia y de desarrollo humano de la Universidad de Texas.

De acuerdo con un estudio, castigar físicamente a los niños con nalgadas o golpes, de manera recurrente, provoca que éstos se vuelvan más agresivos y desarrollen comportamientos antisociales.

Además los menores pueden tener dificultades cognitivas y presentar problemas mentales.

Según el portal elcomercio.pe, el estudio tuvo en cuenta 50 años de investigaciones en las que se monitoreó el comportamiento de más de 160 mil niños.

La investigación, realizada por Elizabeht Gershfff, profesora de ciencias de la familia y de desarrollo humano de la Universidad de Texas, y Andrew Grogan Kaylor, maestro de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Michigan, es la más completa en materia de los efectos que producen los “azotes” o “nalgadas” a los hijos.

Gershfff expresó que el estudio se basa en lo que se conoce como nalgadas (golpes con la palma de la mano en extremidades o en el trasero) y no en ningún tipo de comportamiento abusivo potencial.

La investigación concluye que ese tipo de castigo físico produce que los niños hagan lo contrario a lo que sus padres desean.

Por medio del análisis a adultos, que fueron golpeados con nalgadas en su niñez, los expertos establecieron que a mayor cantidad de golpes, aumenta la predisposición a tener un comportamiento antisocial y a padecer algún problema mental.

Además el análisis demostró que muchos de aquellos adultos son partidarios de castigar físicamente a sus propios hijos, dando por entendido que las posturas frente a las represalias físicas se traspasan entre generaciones.

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