La Misa Crismal es el Sacramento de la unidad diocesana y el signo visible de la comunión de la Iglesia particular que peregrina en el departamento del Atlántico. La Iglesia que se quiere encontrar con el Señor. 

Esta celebración del Lunes Santo 11 de abril, estuvo enmarcada en los signos donde se manifiesta la universalidad de la iglesia en los sacramentos, como la bendición del óleo de los enfermos, del óleo de los catecúmenos y de la consagración del Santo Crisma. 

Además, los sacerdotes que hacen parte del clero arquidiocesano, realizaron la renovación de sus promesas sacerdotales con las cuales se comprometen a vivir con Cristo Sumo y eterno sacerdote.

Asistió a la celebración una representación de las comunidades parroquiales, comisiones arquidiocesanas, pastorales, movimientos apostólicos, carismas, religiosas y seminaristas.

La animación musical desde el inicio de la celebración con la procesión de entrada, estuvo a cargo del Coro Arquidiocesano de Barranquilla, bajo la dirección de Ángela Marín Niebles. 

El Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Pablo Salas Anteliz, estuvo acompañado por Monseñor Víctor Tamayo Betancourt, Obispo Auxiliar emérito; Monseñor Carlos José Ruiseco, Obispo Auxiliar emérito de Cartagena, el presbiterio en pleno y seminaristas.

Fue una ocasión para que el pueblo de Dios que peregrina en el Atlántico, reconfirmara su fe, y así seguir caminando juntos en comunión, participación y misión para celebrar la Resurrección del Señor en esta Semana Santa 2022.