Aracelys Feria y su familia.
Aracelys Feria y su familia.
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Arlinton González

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Los carnavaleros que madrugaron a la Batalla de Flores

Muchos optan por salir bien temprano desde casa para asegurar un buen puesto.

A las nueve de la mañana de este sábado de Carnaval, dos horas antes del inicio de la Batalla de Flores, en plena la Vía 40, Aracelys Feria buscaba un bordillo para apreciar a los 11.000 hacedores que en esta edición 2024 desfilarán para celebrar los 20 años de la declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.

Está carnavalera de tiempo completo, que se vino en bus desde la Urbanización El Parque junto a diez familiares, entre hijos, nueras y nietos, se quejó de los precios de los minipalcos.

"Nos están pidiendo 80 mil pesos por silla. Por eso bien buscamos un bordillo porque está cara esa tarifa", dijo.

Cuenta que desde niña disfruta del Carnaval y que trata de disfrutar al máximo. "Es que la vida es una sola".

La que sí encontró puestos fue la bogotana Laura Macías, residente en Barranquillla, quien logró encontrar espacio en un minipalco para apreciar el espectáculo para su familia que viajaron el jueves pasado desde la capital de la República.

Laura Macías, de Bogotá, con su familia.

Una psicopedagoga, Alba Luz Romero, también llegó antes de ocho a la Vía 40.

“Yo adoro el Carnaval, desde niña iba a los desfiles, y desde entonces siempre acostumbro a venir cada año, eso sí, ahorro lo suficiente para disfrutar desde un palco”, declaró emocionada la espectadora, vestida de pies a cabeza con una pinta muy colorida propia de la temporada festiva.

Más adelante, en uno de los palcos a la altura de la calle 80, el artista de circo Wilmer Salazar, bailaba con Abryl, su píncher de dos años, esperando ansioso el desfile en el cumbiódromo.

Wilmer Salazar y su píncher Abryl.

“Yo la entreno desde hace seis meses, la cuido por eso del sol, por eso cuando ya empieza a calentar, busco la sombra y la hidrato".

Confiesa que parte de lo que se va a llevar a casa con lo que gane estos 4 días en la Vía 40 será para ayudarle a su mamá a levantar la casa que se le cayó en el barrio 7 de Abril.

A una cuadra de donde estaban el artista y su mascota, ya estaban sentadas y ubicadas Marjorie Faceette, su mamá Vilma Tapias y su hija Tania Rodríguez.

"Pocas veces me he perdido un desfile, me encanta el Carnaval como buena barranquillera", dijo Vilma  quien reside en la Urbanización El Parque.

En el cumbiódromo poco a poco se iba llenando de espectadores y de los 11 mil hacedores que llevan meses preparándose para esta nueva edición de nuestra fiesta.

¡Ahora sí, que empiece el Carnaval de Barranquilla!

 

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