El mundo ya está mentalizado que debe convivir con el Covid-19. Las economías están reabriendo y los lugares públicos tienen ambientaciones atípicas, pero necesarias para la coyuntura.

Así quedó evidenciado con el primer concierto de música con distanciamiento social en el mundo.

Fue en el Virgin Money Unity Arena, de Gosforth Park, en Newcastle, Inglaterra.

Los espectadores llegaron al escenario con sus tapabocas y máscaras de plásticos. Una escena que se va a repetir en mucho tiempo.

El medio británico The Sun le realizó una crónica al evento, en el que se presentaba el músico Sam Fender. 

Las medidas sanitarias para los espectadores eran notorias. Corrales con vallas separadas por varios metros a distancia, sillas y plataformas especiales para los espectadores que compraron entradas exclusivas.

El propósito se cumplió. El distanciamiento social fue efectivo y este evento marcó un antes y un después para el mundo. 

De hecho, los próximos conciertos a la vista, tendrán un mismo patrón de medidas sanitarias. 2.500 personas disfrutaron al aire libre, con tapabocas y antibacteriales, del primer evento masivo en medio de la pandemia del Covid-19.