La Organización Mundial de la Salud estableció cada 10 de octubre el Día Mundial de la Salud Mental, con el objetivo de concientizar a los jóvenes y la comunidad en general sobre los problemas que se van desencadenando con el paso del tiempo e impulsar iniciativas que mejoren la atención de estas.  

‘Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo’, es el lema dedicado a la conmemoración de este año, pues la OMS considera que “los entornos de trabajo seguros y saludables pueden actuar como un factor protector para la salud mental”.

Sin embargo, el estigma y la falta de concienciación sobre la salud mental persisten como barreras para abordar la salud mental en el lugar de trabajo. 

La psicóloga Gisella Bolívar Ripoll explica que el concepto de salud mental muchas veces va ligado al estrés y al proceso en como el organismo pierde el equilibrio físico y emocional. 

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“Así como te sientes emocionalmente, eso mismo vas a reflejar. Muchas veces callamos lo que sentimos, pero nuestro cuerpo lo refleja. Es muy normal que las personas sientan dolor en el cuello, gastritis, se encuentren irritables, todo eso es estrés. Cuando nuestra cabeza esta equilibrada nuestro cuerpo va hacer el reflejo de eso. Nuestra salud mental se va a ver reflejado en nuestro físico”, aseguró. 

Asimismo, la especialista manifiesta que el estrés “tiende a dificultar las cosas en nuestro día a día, hace que nuestra autoestima se va afectada” 

Dentro de los problemas del estado de ánimo, las emociones pueden convertirse en una alteración cuando no tenemos control sobre ellas. Según Bolívar Ripoll, cualquier “evento traumático” puede desencadenar un problema de salud mental.  

“La pérdida de un ser querido, la muerte de un perrito, una ruptura amorosa, haber vivido un atentado o simplemente emigrar de un país a otro puede ser un generador de emociones y no teniendo control sobre ellas puede repercutir en nuestro lugar de trabajo”.

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Ante los trastornos y todo lo que rodea la salud mental, es fundamental que la familia esté presente.

La psicóloga indica que "es común que las familias minimicen el problema, creen que es una situación pasajera, que la persona es muy dramática o está exagerando y eso a la final lo que hace es empeorar la situación”.  

También asegura que “hay que ir rompiendo mitos de que si vas al psicólogo o psiquiatra estás loco. Es preferible recurrir a un profesional que nos permita orientar y no que sea el día de mañana estar llorando a un ser querido al que le pudimos haber brindado ayuda. Cualquier trastorno que padezcan las personas no son enfermedades pasajeras”.  

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Según la Organización Mundial de la Salud, con el 60% de la población trabajando, se necesitan medidas urgentes para garantizar que el trabajo evite los riesgos para la salud mental en el trabajo. 

La salud mental va más allá de la existencia de trastornos mentales. Se desarrolla en un proceso complejo y continuo donde pueden verse implicados factores tanto internos como externos. 

 “Hoy en día pienso que el verdadero reto está en las familias e instituciones, dejar de hacerle creer a nuestros hijos que hay un mundo ideal”, indicó la especialista.