La arepa de huevo, una mezcla que se transforma sin perder la esencia caribeña
La chef de Narcobollo Carolina Manotas y la cocinera tradicional, Milena Lora, contaron a Zona Cero cómo este frito es símbolo de identidad y creatividad.
¿Hay algo más delicioso que una arepa de huevo acompañada de un buen suero, picante o ‘ahogao’?
No creo, pero de lo que sí hay seguridad es que ese frito dorado, jugoso y relleno de todo lo que pase por la mente creativa del ser humano, es la reina en la mesa de las ‘fritangas’.
Uno de los tesoros más preciados en la cocina del cualquier costeño, ese manjar que combina la sencillez del maíz y la riqueza de un huevo en el término preferido, no solo es un plato, es la identidad que captura la esencia de la cocina tradicional con los nuevos sabores.

Pero ¿Es la arepa de huevo una mezcla de culturas o es nuestra, propia del Caribe? Este interrogante lo desarrollaron Carolina Manotas, chef de Narcobollo y Milena Lora, cocinera tradicional, en diálogo con Zona Cero. Dos mujeres que dan cátedra de este plato que se ha convertido a través del tiempo en una transformación ya sea de técnicas o de sabores, eso sí, sin perder lo propio.
“Nosotros, con la arepa de huevo, aquí en Narcobollo, lo que hacemos es darles gusto a nuestros clientes. Si ellos piden una arepa huevo en masa dulce rellena con huevo perico, la tiene, o si quiere que la rellenemos de queso y tajada madura, la hacemos así. La verdad es que todo está inventado. Lo que se nos tiene que ocurrir a nosotros, los chefs, es cómo llevar esos gustos a un solo plato y que sepa rico”, dijo Manotas.
La arepa de huevo bien crujiente es un plato que fácilmente se puede disfrutar en desayunos, almuerzos y cenas. Además, es una parte integral de celebraciones y festividades en familia o con amigos.

De eso muy bien lo habla la chef mientras preparaba unas deliciosas arepas de huevo, las preferidas en el restaurante con distintos rellenos de queso, huevo en pericos, plátano maduro, y la tradicional.
“De los platos más vendidos, la arepa de huevo, en Barranquilla y en la Costa. La que no puede faltar, la que nos representa a nosotros, es un plato de cocina criolla, delicioso. Es como transportarnos a los sabores de infancia. Yo creo que todos crecimos con ese sabor en nuestro paladar cuando lo hacían más que todo los domingos, era como el día más esperado. El turista lo que siempre pide es una arepa de huevo porque no son sabores desconocidos”.

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Un frito, varios nombres y preparaciones
La arepa de huevo siempre será un clásico que no pasa de moda, cada bocado te recuerda de dónde vienes o las diferentes culturas que se unen en un mismo plato.
La magia empieza con una masa de maíz que se amasa y se da forma redonda, pero en Cartagena cuando pides una arepa de huevo a veces no son de esa forma y “sí o sí vienen con carne”.
“Antes hablábamos de una deconstrucción, pero aquí tenemos una construcción de un plato que ya muchos conocen, que es el maíz, que tienen sus antepasados indígenas con la cultura africana, que viene de la fritura. En Cartagena tiene otro nombre, le dicen empanada con huevo y tiene que llevar carne”.

La chef cuenta que, aunque la receta clásica por si sola es “deliciosa”, hay otros rellenos que siempre estarán en la creatividad “de uno”.
"Ese fue el caso de la arepa de huevo rellena con camarones en leche de coco hecha en tinta de calamar. “Esto lo acompañamos de un suero con titoté y fue una sensación, a la gente le encantó. Hay una colega en Cartagena, que le gusta mucho la mezcla de su cultura árabe con la costeña y por eso inventó la arepa de huevo rellena con carne de kibbe. Eso lo podemos untar con Tajín y no con suero y crea una explosión de sabores increíble”, explicó.
Y es que probar una arepa de huevo es embarcarse en una experiencia sensorial completa. El aroma que desprende al freírse, la textura crujiente de la masa de maíz, y el sabor suave del huevo forman una combinación que deleita todos los sentidos.

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Sustento, historia y tradición
Mientras degustaba las arepas de huevo de la chef Carolina, la cocinera tradicional, Milena Lora, quien conoce perfecto este plato caribeño repetía una y otra vez que este es un frito con historias con sabor que se comen y también se cuentan.
Para ella, la arepa de huevo representa el sustento y la identidad de muchas mujeres que se levantan bien temprano para amasar el maíz y emprender una experiencia gastronómica.
“No solamente es comprar una arepa con huevo, sino qué hay detrás de la elaboración, cuántas historias de superación, de economía, de crecimiento hay detrás de este ícono del Caribe colombiano. Ya estamos viendo que la arepa de huevo es una combinación de culturas, porque, cuando llegaron los españoles a nuestro territorio, trajeron a los esclavos, y los esclavos trajeron con ellos la fritura. Llega el maíz por parte de los indígenas y se fusiona todo eso”, señaló.

Recuerda Milena que en Luruaco, donde los nativos reclaman el origen de la arepa de huevo, matronas y hacedoras locales la preparan con rellenos como carne de res, conejo, pato, lengua y chicharrón con cerdo o camarones.
“Hablar de la arepa de huevo es emocionarse. Este producto aterriza en Luruaco que es uno de los municipios, pioneros en el tema de esta preparación, porque ahí es donde las mujeres descubren que, al amasar el maíz, convertirlo en una masa y freírlo, heredado de esa herencia que trae de los negros, pueden lograr hacer una arepa y rellenarla con lo que se les ocurra, porque el caribeño es bastante expresivo y creativo”.