José Estrada Charris, coordinador de Gestión del Riesgo de la Cruz Roja Seccional Atlántico.
José Estrada Charris, coordinador de Gestión del Riesgo de la Cruz Roja Seccional Atlántico.
Foto
Jair Varela

Share:

José Estrada Charris, 45 años de ‘guardián’ de la vida de los carnavaleros

Desde hace 45 años está vinculado a la Cruz Roja Seccional Atlántico, de los cuales 30 los ha dedicado a ser voluntario y 15 como coordinador de Gestión del Riesgo de la entidad.

Toda una vida dedicada a servir a los demás, siendo vigilante de la vida y socorrista de las emergencias. Una vocación humanitaria que comenzó desde muy joven y que ha trascendido de generaciones con la misma pasión e ímpetu.

Lea aquí: San Agatón, de la ritualidad religiosa a la fiesta: Sábado de Carnaval, su gran aporte al Caribe

José Alfredo Estrada Charris es un veterano y toda una institución dentro de la Cruz Roja Seccional Atlántico, en donde ha estado vinculado 45 de los 61 años que tiene de vida.

Fue por 30 años voluntario y en los últimos 15 años se ha desempeñado como coordinador de Gestión del Riesgo de la entidad. Mismo tiempo que ha participado de la fiesta más grande e insignia de la ciudad: el Carnaval de Barranquilla.

Su labor, muy diferente a ofrecer un espectáculo de baile y folclor en la Vía 40, como lo hacen las comparsas, grupos folclóricos y de tradición, es estar alerta en estos eventos masivos y salvaguardar la vida de los carnavaleros.

Es todo un ‘guardián’ que preserva la cultura y el patrimonio a su manera: brindando las atenciones médicas, de auxilio y orientación a quienes hacen posible esta gran fiesta, a los hacedores, visitantes, propios y extranjeros.

Relata que esta temporada está cargada de jornadas maratónicas y de mucha preparación. Suenan 5 pa’ las 12 y automáticamente la mente piensa en Carnaval.

Uno se concentra en que viene la temporada de precarnaval y Carnaval, hay unas más largas que otras y todo dependerá de la programación. Se hace un convenio con Carnaval S.A.S y se planifican los diferentes eventos, siendo los más grandes los de la Vía 40, que es el Sábado, Domingo y Lunes de Carnaval. Se empieza a buscar a los voluntarios, a mirar la disponibilidad de ellos, para que puedan asistir a los diferentes eventos”, explica.

Indica que la planeación en esta época es bastante compleja, sin embargo, manifiesta que “la han sacado adelante”.

Ya son 45 los carnavales que hemos estado participando, anteriormente el Carnaval lo hacían en la carrera 43, carrera 20 de Julio, bajaba por la 43 y el día siguiente, que era la Gran Parada, por la 44 hasta el Paseo Bolívar. Ahora el escenario cambió y es la Vía 40. Entonces, hemos estado durante todo este tiempo en esos diferentes escenarios que tiene el Carnaval y al servicio de la gente que lo necesita”, apunta.

José ingresó a la Cruz Roja a la edad de 16 años. José ingresó a la Cruz Roja a la edad de 16 años. Jair Varela

Socorrismo en acción

José cuenta que ha sorteado diferentes situaciones que se presentan durante los días festivos de precarnaval y Carnaval. En su memoria retumban dos recuerdos que vivió en servicio: en la Vía 40 y en el Desfile de Guacherna.

En el primero tuvo que atender a una hacedora de la gran fiesta, debido a una descompensación que sufrió mientras bailaba a lo largo del Cumbiódromo.

“En plena Vía 40, una joven que iba disfrazada de India Mohicana se descompensó llegando a la calle 79 y tocó ingresarla al Módulo de Estabilización y Clasificación (MEC) y estabilizarla, pero ella quería seguir bailando. Ahí duró cierto tiempo mientras la estabilizamos, le dimos las recomendaciones y pudo continuar en el desfile. Aquí vemos que el hecho de querer el Carnaval para ella era importante, pero también primó el tema de la salud y pudimos contribuir a eso”, destaca con orgullo José Estrada Charris. 

En el segundo caso, los esfuerzos lograron unir nuevamente a una familia: un menor se había extraviado por más de dos horas en esa noche de multitudes.

Recuerdo una Guacherna donde un niño se perdió, el personal de nosotros estaba en la vía y lograron llevarlo a nuestros voluntarios, lo ingresamos al MEC y con una labor titánica pudimos buscar a los familiares a través de las redes sociales, y la alegría grande fue que cuando ya llegó el papá y la mamá, después de unas dos a tres horas, la satisfacción es del deber cumplido”, dice con la voz entrecortada de la emoción.

La Cruz Roja está comprometida en lo que tiene que ver con prevenir y aliviar el sufrimiento humano, entonces siempre vamos a estar. Mientras el público se divierte, nosotros estamos atentos a cualquier tipo de atención que tengamos que ejercer”, subraya el ‘guardián’ de los carnavaleros.

José también coordina el grupo de voluntarios de la Cruz Roja Atlántico.José también coordina el grupo de voluntarios de la Cruz Roja Atlántico.Jair Varela

Servicios en Carnaval

La Cruz Roja Seccional Atlántico cuenta con cerca de 300 voluntarios entre socorristas, juveniles y damas grises, los cuales prestan su servicio de acuerdo con esa disponibilidad. Son personas que dedican su tiempo libre a la institución.

De acuerdo con José Estrada, estos voluntarios realizan labores de Atención Prehospitalaria (APH), además del servicio de ambulancia básica y medicalizada; las atenciones en el Módulo de Estabilización y Clasificación (MEC), que es una enfermería donde hay un médico, una enfermera jefe, dos auxiliares y un equipamiento para poder atender las necesidades o los casos que se lleguen a presentar.

Ese módulo es de estabilización. Se clasifica, se estabiliza y en caso de que tengamos que trasladar, tenemos las ambulancias para movilizar a la persona, ya sea básica o medicalizada, o sino se le da de alta en el mismo puesto”, afirma.

Sostiene que también la institución procura por el restablecimiento de los vínculos familiares. “Muchas personas se pierden en el Carnaval, en el desfile, llegan a nosotros y a través de los voluntarios que están en la vía podemos tratar de buscar a ese familiar y reencontrarlos”.

Por 30 años sirvió como voluntario en la Cruz Roja. Por 30 años sirvió como voluntario en la Cruz Roja. Jair Varela

Una vocación que trasciende generaciones

El don de servicio se lleva en la sangre y de eso puede dar fe José Alfredo, que se vio reflejado en su madre cuando ejercía como enfermera de todo un barrio.

Verla atender a quienes más la necesitaban, haciendo curaciones y aliviando el dolor de las personas que acudían a ella, despertó en él ese interés por ayudar a los demás.

Desde pequeño siempre me inclinaba por los temas de salud, quizás de pronto con mi mamá, que aún vive. Ella hizo cursos de primeros auxilios y de enfermería en la Cruz Roja y era como la enfermera del barrio. Aplicaba inyecciones, hacía curaciones y yo también le ayudaba en esa labor. Entonces la inclinación estuvo desde muy pequeño y ya después estaba pendiente de vincularme a la institución”, recuerda Estrada Charris, con cierta nostalgia.

Se vincula a la Cruz Roja a la edad de 16 años y desde entonces ha brindado su mano amiga a quienes lo requieren.

Hubo la oportunidad, abrieron unas inscripciones, me inscribí e inició esta gran labor en la institución, fue más por un tema pasional, de querer también ayudar y contribuir a liberar el sufrimiento humano”, dice.

Luego de muchos años, y por cosas de la vida, conoce el amor dentro de la Cruz Roja. Xiomara Pérez, una voluntaria en la que encontró esa misma pasión que hasta el día de hoy comparten junto a sus tres hijos, José Luis, José Daniel y José Gabriel.

Acá conocí a la que hoy es mi esposa, era voluntaria también de la Cruz Roja y logramos tener una buena relación y nos casamos. Tuvimos tres hijos, quienes también se vincularon a la institución, pero por sus labores profesionales ya no están acá prestando el servicio”, cuenta.

Estos saberes también trascendieron en el núcleo familiar, cuando al organismo de socorro se vincularon dos sobrinos de la pareja.

Esto ha sido un tema familiar, el recorrido por la institución y por servir a los demás”, puntualiza. 

José con su esposa y uno de sus hijos. José con su esposa y uno de sus hijos. Cortesía

Un Carnaval en paz, con alegría y la familia

José Estrada Charris pide a la ciudadanía vivir el Carnaval y disfrutarlo en paz, con alegría y en armonía con la familia. Además de asistir a los eventos preparados para gozarlos sin ningún tipo de contratiempos.

Si van a Carnavales, vayan temprano, establezcan los puntos de encuentro y si van con niños también estén pendientes de ellos. Lleven los bloqueadores solares, los medicamentos de prescripción médica, pero que se disfrute el Carnaval”, dice. 

Y reitera, por último, que en cualquier lugar de esos eventos estará un voluntario para brindar ayuda a quienes lo requieran.

Cualquier tipo de situación que pueda presentarse, para eso estamos los organismos de socorro, acérquense a un voluntario de la Cruz Roja, expongan su situación y de seguro que este voluntario va a poder hacer algo por ustedes”, expresa con alegría y orgullo.