“Joe Kennedy llamó a mi padre para que la mafia ayudara a elección de John”
Nancy, hija del cantante Frank Sinatra, revela en un documental de Netflix que fue testigo del complot.
Por Roberto Llanos Rodado
El tantas veces aludido manto siniestro de la mafia para favorecer la elección de John Kennedy a la presidencia de Estados Unidos en 1960, incluso, en la responsabilidad del magnicidio tres años más tarde, vuelve agitarse por estos días y a ganar atención de la gente.
Ambos acontecimientos que se desempolvan de cuando en cuando sin que se llegue a una claridad absoluta de lo que pasó, acaparan ahora el interés y la curiosidad por cuenta del documental All or nothing at all (Todo o nada en absoluto), que acaba de poner en pantalla Netflix,,el gigante mundial en la transmisión de películas y series por televisión.
El audiovisual de dos emisiones, cada una de dos horas, en realidad no se hizo para abordar el episodio Kennedy en la historia de Estados Unidos.
Está dedicado a exaltar la vida personal y artística de la gran figura del canto estadounidense, Frank Sinatra, en su momento de gloria considerado el mejor cantante del mundo, y a quien también llamaron La Voz, como para que no quedara duda de su grandeza.
Bajo la dirección de Alex Gibney se logró una extraordinaria producción periodística y cinematográfica; de profunda investigación, con abundantes imágenes inéditas de la época, en videos y fotografías.
También incluye numerosos testimonios de figuras del espectáculo norteamericano y de familiares del círculo íntimo de Sinatra; y desde luego entrevistas al propio artista.
El documental escarba todas las facetas del cantante, desde la infancia humilde y sus inicios en la música, hasta la última etapa de su vida; pasando desde luego por su consagración y momentos estelares.
Es precisamente en estos periodos cumbres de fama y renombre, en los que la producción se detiene y ausculta minuciosamente el vínculo Sinatra – Kennedy – Mafia.
Surge el vínculo
La amistad entre estos dos hombres surge por el mismo papel protagónico que ambos ostentaban en la sociedad norteamericana de los años 50-60, uno en el arte y el otro en la política.
Sinatra extiende una fuerte conexión de amistad con Kennedy padre, y luego con el resto de la poderosa familia de origen irlandés, oriunda del estado de Massachusetts.
La trascendencia de esta nueva versión sobre el lazo John F. Keneddy y el hampa organizada a través de Frank Sinatra, en su camino a la presidencia de Estados Unidos; es que en All or nothing at all tiene un ingrediente inédito: la afirmación directa de Nancy Sinatra, hija mayor de Frank, que afirma haber sido testigo de primera mano de las maniobras electoreras que hizo su padre con los mafiosos, para favorecer la elección de John.
De hecho en una entrevista que el documental reproduce con Frank Sinatra, el artista afirma categórico: “Hice lo que pude para que eligieran a Kennedy”.
En otro aparte reconoce la amistad entre los dos. “Conocí al que entonces era senador Kennedy a finales de los 50 por medio de Pat Lawford, que era su pariente político”.
Es tanta la afinidad entre los dos amigos que las caravanas proselitistas de Kennedy eran animadas con música de Sinatra, editaron una versión de su éxito ‘High Hodes’.
Otra muestra del respaldo de Sinatra a la campaña es el agradecimiento, tal como lo muestra el documental, que el propio Kennedy le reconoce en un discurso tras el triunfo electoral.
“Sé que todos estamos en deuda con el gran amigo Sinatra, mucho antes de cantar visitó una circunscripción derrotada en New Jersey. Esa circunscripción creció hasta abarcar un país (…) él seguirá apoyando y defendiendo el partido demócrata, y le doy las gracias en nombre de Estados Unidos”, expresó.
El favor de los mafiosos
Lo que conoció Nancy Sinatra sobre la alianza de los clanes mafiosos y la campaña presidencial de Kennedy, lo afirma ella misma, en viva voz, en el documental.
“Papá recibe una llamada del viejo Joe Kennedy (padre de John), y le dice: ‘Necesito un favor tuyo, que me ayudes en Illinois y West Virginia’. Él (Kennedy) necesitaba ganar en esos estados”, dice.
Nancy agrega: “Le dijo, ‘habla con los chicos (los mafiosos, así les llamaban en lenguaje coloquial), y que hagan que los sindicatos voten por John’”.
“Papá llamó a Sam Giancana, quien había ascendido a jefe de la mafia tras haber matado a suficientes personas. Era un salvaje en casi todos los aspectos”, afirma la mujer acerca del capo.
Giancana atendió la solicitud, continúa la historia televisiva, y envió a un socio para que los alguaciles y los sindicatos de mineros más poderosos le aportaran 120 mil votos a Kennedy.
La narración del documentalista añade de su propio caletre: “Al mafioso le gustaba estar con Frank Sinatra porque era famoso, y a Sinatra le gustaba estar con él porque era malo”.
Para entonces la prensa estadounidense ya hacía escándalo de los nexos de Frank con la mafia.
La actriz Mia Farrow, que casi una niña estuvo casada con Sinatra, admite que al lado de su pareja “conoció a gente de la mafia en Las Vegas”.
La investigación periodística añade en pantalla que Sam Giancana tenía un gran interés en cortejar a Sinatra, porque quería que el FBI dejara de investigar a la mafia, y estaba convencido de que La Voz era el camino para lograrlo, por su cercanía con el poder que encarnaban los Kennedy.
“Estaban preocupados (los mafiosos) por la presión del FBI, los tenían vigilados todo el tiempo, y Sinatra les ofreció varias maneras de llevarse bien con Kennedy, cuando se lanzó a la presidencia”, afirma también la producción.
Sin embargo, una vez Kennedy alcanzó el poder la mafia sintió que nada había cambiado, y los operativos contra sus hombres seguían por parte del FBI.
Para empeorar las cosas Joe Kennedy le pidió a John que nombrara Fiscal a su hermano Robert, conocido en ese momento como un activista contra la mafia. Por tanto la represión contra ‘los chicos’ se intensificó.
La gente de Chicago fue la primera en estallar, se vino lanza en ristre contra Sam Giancana porque no logró que nombraran otro fiscal distinto a Bobby Kennedy.
Se revela entonces una grabación de Giancana en la que dice que Frank Sinatra no había cumplido su promesa de alejar al FBI.
Los padrinos de la mafia se reúnen exaltados y proponen matar a Sinatra, o en su defecto vengarse de él extirpándole a Sammy Davis Jr. el único ojo con el que podía ver; o asesinar a Dean Martín; ambos destacados artistas y entrañables amigos de Frank.
También consideraron ponerle una bomba a Robert Kennedy. “Así iría a la cárcel toda mi vida con gusto”, dijo uno de ellos.
Sexo y mafia
Otro capítulo que sale a relucir en el relato de ‘Todo o nada en absoluto’, es la relación sentimental que surge entre John F. Kennedy y Judith Campbell, exnovia de Sinatra, y quien se encargó de presentarlos. “Era bellísima, del tipo Liz Taylor”, la describen.
Pero el romance toma peligrosos ribetes pasionales, pues la Campbell sostenía al tiempo una relación tormentosa con el ya citado y peligroso jefe mafioso Sam Giancana, alias 'Sam Flood'.
Estos amoríos del presidente no pasaban desapercibidos para los sabuesos del FBI, que pusieron sus reflectores sobre la despampanante Judith Campbell.
Conocieron entonces que la mujer no era ninguna perita en dulce, pues mantenía un tortuoso y arriesgado triángulo amoroso: Sinatra-Giancana-Kennedy.
En ese flirteo con el presidente los detectives descubrieron también la intensa comunicación telefónica que Campbell mantenía con la Casa Blanca. El documental muestra los registros de dichas llamadas.
Aquella aventura del presidente se estaba complicando tanto, que el mismísimo director del FBI, J. Edgar Hoover, se vio obligado a escribirle al Fiscal Robert Kennedy para que hablara con su hermano y lo persuadiera de que deshiciera las relaciones con Judith Campbell y el mismo Sinatra, su amigo del alma.
John aceptó la solicitud y se alejó de Sinatra y de la mujer.
La hija del cantante cuenta también en viva voz que fue un momento difícil para su padre, quien reconoció que Bobby Kennedy había roto su vínculo con el presidente y con los que lo ayudaron en la elección.
“Se sintió herido, triste y decepcionado, sintió que lo habían traicionado, pero no culpó de eso a John”, afirma Nancy Sinatra.
Sea como fuere, Frank Sinatra jamás aceptó los señalamientos de su mediación con los gánsters para ayudar la elección de John F. Kennedy.
“Nunca fui testigo de nada de lo que dicen. Es ridículo. No vi nada de eso, ni tampoco lo oí. Nunca supe nada de eso”, afirma tajante en una entrevista que dio para la televisión, y que incorporaron en el documental.
Cuando ocurre el magnicidio contra Kennedy el 22 de noviembre de 1963 en Dallas (Texas), una de las principales hipótesis que se barajaron sobre móviles y responsables tuvo que ver con una venganza del crimen organizado.
Tras el hecho criminal Frank Sinatra se encierra abatido por tres días consecutivos en su casa de recreo en Palm Spring.
El documental cierra el capítulo de Frank Sinatra y la alta política estadounidense afirmando que luego de John Kennedy, todos los presidentes de Estados Unidos tuvieron relaciones con el cantante.
Sam Giancana, quien también estuvo involucrado en un fallido atentado contra el líder cubano Fidel Castro organizado por la CIA, murió en su ley, asesinado a balazos el 19 de junio de 1975 en su casa de Oak Park, Illinois.