El brasileño  Romario Dos Santos Alves se hizo famoso hace un año por el gran tamaño de sus brazos, por lo que fue considerado el ‘Hulk humano’.

Debido a su obsesión por una figura llena de músculos, el hombre utilizó una sustancia conocida como Synthol, que puso en peligro sus extremidades y vida.

Sin embargo, el joven de 26 años de edad paró con sus ganas de verse más grande y para cuidar su salud, dejó de usar la sustancia.

Ahora, su cambio es radical, más sano y acorde a su edad.

Según publicó el Daily Star, el brasileño superó su adicción a la mezcla de aceite mineral, analgésicos y alcohol, que provocaron que a los 25 años pasara por le quirófano para extirparle varios cristales en los brazos formados por la sustancia.

Según explica ahora, la decisión vino condicionada también por la relación con su esposa, quien amenazó con abandonarle en el caso de que no pusiese fin a su adicción.