Giovanni Enrique Jaramillo Alarcón tiene 49 años, pero desde que tiene 44 muere todo los martes de Carnaval.

A diario le ofrece servicios funerarios a los familiares de las víctimas mortales de Barranquilla, pero el martes de Carnaval es el único día que no labora, porque él y sus compañeros coordinan su funeral haciendo el papel de Joselito Carnaval.

Los martes de Carnaval, día en que finaliza el Carnaval de Barranquilla, Giovanni llega bien temprano con sus compañeros de trabajo a la carrera 23 con calle 58, lugar donde está ubicada la Funeraria Los Andes para ajustar los últimos detalles de su propio sepelio.

Así sucedió este martes 9 de febrero de 2016. Giovanni llegó vestido con una camiseta de Junior, una bermuda y una peluca que a los pocos minutos cambió de color por la maicena y la espuma, para divertir a todos los asistentes con la comedia de Joselito Carnaval donde él era el protagonista. 

A un costado de la calle 58 ubicaron un ataúd adornado con imágenes alusivas al Carnaval de Barranquilla, y con el pasar de los minutos la comunidad del barrio Los Andes llegaba con emoción para disfrutar del evento. 

Los minutos transcurrían, el sol en Barranquilla aumentaba la temperatura y el público llegaba para tomar un puesto y no perderse de un solo detalle de la comedia. 

A las 11 y 30 de la mañana Giovanni inició su protagonismo.

Enmaicenado, y con una cerveza en la mano Joselito bailó al lado de un picó junto con sus amigos carnavaleros minutos antes de morir por un paro cardiorrespiratorio provocado de tanto disfrutar la fiesta del Carnaval y por las picaduras del mosquito del Zika.

Cuando disfrutaba, cayó desplomado mientras que sus amigos intentaron reanimarlo. En escena apareció un doctor que con su estetoscopio trataba de buscarle signos vitales, pero con una seña indicó que ya no había nada que hacer: Joselito Carnaval acababa de morir. 

"Ay Joselito, Ay Joselito. Se murió", comenzaron a gritar las viudas de este personaje imaginario que hace referencia al festín del Carnaval. 

La velación de Joselito se hizo en la Funeraria Los Andes. Y el escenario de la misa de difunto fue llevada a cabo a un costado de la vía, donde el padre con un rosario en la mano inició una oración para despedirlo, y culminar el Carnaval. Mientras sucedía este acto, decenas de personas lloraban, pero de la risa, al observar el 'show' de Giovanni y sus compañeros de la Funeraria Los Andes.

Después de la misa, se inició el recorrido fúnebre. Joselito (Giovanni) iba acostado en el ataúd cargado por cuatro hombres mientras que las viudas lloraban al lado del cofre por las calles de los barrios Los Andes, y San Felipe. 

"Todos estos años me gozó mucho este improvisado desfile. Tienen mucha creatividad", dijo Laura González, una vecina del barrio Los Andes que observaba el recorrido del sepelio de Joselito.

Sin embargo, este Joselito resucitaba en cada esquina, y con una cerveza en la mano saludaba a todos los moradores de este populoso sector. 

Joselito se disfrutó todos los eventos de Carnaval

Giovanni, o Joselito Carnaval, disfrutó del Carnaval de Barranquilla durante los cuatro días. Sin embargo, su espíritu parrandero hizo que celebrara la fiesta desde el primer minuto del 2016.

"Tu sabes que nosotros somos alegres, divertidos y lógicamente nos gusta el Carnaval. Desde que sonaron los pitos que anunciaba el 2016, me puse mi sombrero vueltiao y me puse a gozar", contó Giovanni Jaramillo, minutos antes de su muerte como Joselito Carnaval. 

Tal como lo hizo, aquel hombre imaginario que aparece cada año cuando por las calles de Barranquilla suena la gaita, tambores y la música de carnaval y que todos conocemos como Joselito Carnaval, Giovanni gozó cada uno de los eventos de Precarnaval y Carnaval.

'Joselito' todos los años se parrandea la Lectura del Bando, la Guacherna, la Coronación de la Reina del Carnaval y del Rey Momo, la Batalla de Flores, la Gran Parada de Tradición y de Fantasía, pero después de bailar, beber licor y enmaicenarse, muere. Y con su muerte toda una ciudad lo llora porque con él se termina el Carnaval.

Ahora Joselito está con el Dios Momo, pero espera regresar el próximo año para parrandearse el Carnaval de Barranquilla. Mientras que los barranquilleros y foráneos buscan volver a su rutina diaria, iniciando la cuaresma, tiempo de reflexión y arrepentimiento para recibir la Semana Santa.