Falleció el músico puertorriqueño José Juan Piñero, quien inspiró el picó 'El gran Pijuán'
Debido a una afección en el corazón.
El reconocido pianista, compositor, productor de televisión y representante de artistas José Juan Piñero, alias Pijuán, falleció la madrugada del miércoles a los 76 años de complicaciones cardíacas en el hospital Auxilio Mutuo, en San Juan de Puerto Rico, confirmó su hija Nancy Piñero, según informó el diario El Nuevo Día.
Su hija había confesado que su padre sufría desde 1994 de problemas del corazón. El cuerpo del músico será velado en la Funeraria Buxeda.
Pijuán, que fue uno de los músicos, arreglistas y directores de orquesta más respetados de Puerto Rico, grabó 31 discos de música popular.
Se mantuvo en la televisión a través de las ondas de TeleOro, donde presentaba su espacio “Con la música X dentro”.
Hace unos años desarrolló el concepto de Pijuán y los Baby Boomers, con el que se presentaba alrededor de la isla.
La figura de Juan José fue el inspirador del reconocido picó 'El gran Pijuán' y por ello el músico estuvo en un homenaje en Barranquilla en 2015, organizado por el Carnaval Internacional de las Artes.
Así sus familiares lo despidieron en Facebook:
"Su visión adelantada a su propio tiempo sólo era superada por los valores que le adornaban como ser humano. De eso somos testigos sus tres hijos, su compañera, colegas músicos, familiares y demás allegados.
Ésta es la nota que ninguna hija quisiera escribir jamás. Menos cuando se trata de alguien que a golpes de cariño y solidaridad, labró gran parte de lo que eres hoy.
Mi padre, el progenitor también de Cristinita y Pijuancito; ese cuya primera disquera se llamó "Nancita Records", protagonista de aventuras y desventuras que nutrieron nuestro más amoroso anecdotario...marchó. Partió con sus arreglos poblados de corcheas a deleitar a los que ya se fueron. Puedo imaginar los estruendosos aplausos de mis abuelos Pincho y Opa al recibirle.
El País conoce su trayectoria musical, radial y televisiva. Tanto, como el poder de sus manos prodigiosas y el alcance de sus oídos agudos. Lo que quizás ignoren los boricuas de aquí y de allá, es que Papi se vaciaba los bolsillos por otros, a la menor provocación: personificó el más inusitado sentido del desprendimiento y un inquebrantable espíritu de lucha. No se rendía por nada.
Mis hermanos y yo nos quedamos con eso. Hoy los tres dejamos de ser un poco niños, pero nos encontramos fortalecidos al tener la más absoluta certeza de que Papi fue feliz hasta el último instante de su vida terrenal. Marchó con las botas puestas, dejando huellas que como su talento...son imperecederas.
Papi, eres eterno. Eres mi ejemplo".
Eres...el Maestro Pijuán".