El violinista holandés André Rieu en Bogotá.
El violinista holandés André Rieu en Bogotá.
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EFE

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El violinista holandés André Rieu paseó por las calles de Bogotá

También tomó café colombiano.

El violinista y director de orquesta holandés André Rieu recorrió los principales atractivos turísticos de Bogotá previo a la serie de cuatro conciertos que realizará en la capital del país.

Durante la jornada, Rieu visitó la Plaza de Bolívar, donde estudiantes y amantes de la música clásica se tomaron fotos con el artista y en las que figuraron como telón de fondo el Congreso, la Catedral Basílica Metropolitana Primada de Colombia y el Palacio Liévano, sede de la Alcaldía.

El violinista se mostró sorprendido por el cálido recibimiento de la gente y afirmó, mientras observaba el Palacio de Justicia, que visita los países también para conocer a la gente.

"Yo viajo por el mundo, por supuesto lo hago para hacer música, pero me gusta conocer la gente y eso es lo que está pasando ahora. La gente va a venir a los conciertos y eso me da un mejor sentimiento para cuando me vaya a subir al escenario mañana", afirmó.

Rieu llegó a la capital colombiana el pasado lunes y prometió a quienes asistan a alguna de las cuatro presentaciones que ofrecerá junto a la Orquesta de Johann Strauss en el Movistar Arena que "no van a olvidar nunca" esa noche.

El primer concierto se realizará hoy a las 8 p.m. y debido a la acogida del público los organizadores agregaron tres, de manera que será la primera vez que Rieu hace cuatro presentaciones seguidas en una misma ciudad.

Tras su paso por la Plaza de Bolívar, Rieu caminó por las calles de la Candelaria, una de las localidades que más turistas atrae en Bogotá por la arquitectura colonial de sus casas y los numerosos museos, teatros y bibliotecas que alberga.

Allí, estuvo en la calle el Chorro de Quevedo, donde Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de Bogotá, estableció su guarnición militar en el siglo XVI y que hoy es concurrida por extranjeros y locales atraídos por restaurantes, cafeterías y el arte callejero.

Precisamente, un grafiti con la imagen de un indígena colombiano y de unos tres metros de altura atrajo la mirada de Rieu, quien lo calificó como arte.

"En Europa solo tenemos grafitis ilegales y feos. Pero esto es hermoso y es realmente impresionante, lo amo", aseguró el artista, que aprovechó para degustar un café típico colombiano.

"Este es el sueño colombiano, sentarse y mirar a la gente, tomar un café fuerte, por eso estoy feliz, no hago esto todos los días. Éste es el café real, es muy fuerte, es muy bueno, muy sabroso", agregó.

El violinista visitó también el cerro de Monserrate, que se eleva hasta los 3.152 metros sobre el nivel del mar, por encima de los 2.600 metros que tiene en promedio Bogotá, y donde se encuentra la Basílica del Señor de Monserrate, una de las más visitadas por los feligreses de la capital.

Al bajar del cerro, Rieu se encontró con un grafiti en el que él y su violín son los protagonistas y que está adornado con la bandera tricolor colombiana de fondo.

"Estaré por la eternidad en Bogotá, en verdad me gusta, muchos amigos me envían todos los días pinturas, pero este grafiti es realmente hermoso", señaló.

Las presentaciones de Rieu hacen parte de una gira mundial que incluye conciertos en Dinamarca, República Checa, Austria, Alemania, Suiza, Serbia, Eslovenia, Polonia, Macedonia, Bulgaria y Portugal.

Entre los reconocimientos más destacados que ha recibido está el de Caballero de la Orden del León Holandés (2002), así como la Medalla de Honor de la provincia de Limburgo, en su país, y el de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, en Francia, ambas en 2009.

EFE