Cuando en 1991 Paul Tarud propuso en la Corporación Autónoma del Carnaval, trasladar la Batalla de Flores y Gran Parada a la Vía 40, ardió Troya.

Aunque esa determinación había sido fruto de un largo estudio de factibilidades, muchos barranquilleros, las asociaciones cívicas, de salud y hasta los grupos folclóricos, fueron los primeros en pegar el grito en el cielo. Pero al final, todos aceptaron. La Asociación de Grupos Folclóricos, que había tenido algunas diferencias previas con la junta, aceptó participar a través de una carta.

Tarud argumentaba en ese entonces que “el público podía disfrutar de cómodos palcos y de amplias calzadas. Habrá zonas de alimentación y salidas de emergencia. Contamos con el respaldo de las fuerzas armadas, y se tomaron medidas extremas”.

La Corporación adjudicó, para mayor comodidad del público, ocho palcos a distintas empresas, toda la Vía 40 fue acordonada, no hubo vallas.

Ese cambio histórico de escenario, que se convirtió en la pista más grande de la región y el país, llegó también con el Reinado Internacional en el que participaron 35 candidatas provenientes de varios países, para cuya organización la Corporación designó un comité especial, dirigido por Billy Certain. La reina del Carnaval Liliana Gerlein fue quien se estrenó al que denominaron Cumbiódromo en homenaje a la cumbia.

Hoy, 25 años después, el empresario barranquillero, dice que “el tiempo me dio la razón. Lo que buscábamos era que el pueblo tuviera más espacio y se sintiera seguro. Confiamos mucho en el plan que se había trazado, porque pensamos que al final todo iba a salir bien, como así sucedió”.

Recordó que otro de los propósitos  de celebrar los principales actos del Carnaval en ese sector industrial de Barranquilla, era la oportunidad de brindar a propios y visitantes estar cerca al río Magdalena.

Al año siguiente, según explicó Tarud, con el respaldo del alcalde Bolívar Acuña y el Concejo de Barranquilla, se creó con siete socios la Sociedad de Economía Mixta ‘Carnaval de Barranquilla S.A ‘ (entre ellos Cámara de Comercio, Fundación Mario Santo Domingo, Fondo Mixto de Promoción y Turismo, Probarranquilla y Fundación Portuaria). El objetivo social de esa sociedad era promover, fomentar, organizar y llevar a cabo todas las actividades encaminadas al éxito del Carnaval.

En la actualidad y por el crecimiento de la ciudad, la Vía 40 ya resulta insuficiente para albergar a tanto público que cada año es más numeroso, si también se tiene en cuenta la cantidad de turistas que vienen de otros lugares para presenciar la mayor fiesta cultural de Barranquilla y Colombia, Obra Maestra del Patrimonio e Intangible de la Humanidad.

Así lo anunció la alcaldesa saliente Elsa Noguera, que según ella,  el plan del Distrito es trasladar la tradicional fiesta, con la que se da inicio a las carnestolendas, hacia la Avenida del Río. De esa manera, este año podría ser el último en que las carrozas y grupos folclóricos pisen ese corredor industrial.