El sonero panameño Meñique, cuyo nombre de registro es Miguel Ángel Barcasnegras, permanece en estado crítico en Orlando (EE. UU.), donde reside, informó a través de redes sociales Eppie, esposa del artista.

El salsero de 87 años es uno de los pioneros de la salsa en el istmo, saltó al escenario de la música del Caribe mucho antes que lo hicieran figuras como Rubén Blades, Gabino Pampini, Camilo Azuquita, entre otros de sus compatriotas.

“Hola a todos. Hablé con la doctora. Les quiero decir las condiciones que se encuentra Meñique no son muy favorables. Pues no ha querido comer y se encuentra en un estado crítico. Cualquier cosa puede suceder. Les estoy diciendo esto porque en cualquier momento podría recibir malas noticias. Solo hay una esperanza que puede sobrevivir, que las oraciones hagan un milagro. Los quiero mucho y yo estoy muy triste”.

Esto fue lo que publicó la señora sin entregar más detalles de lo que afecta la salud del cantante salsero.

Meñique, conocido así por su corta estatura, participó en las grabaciones de leyendas de la música como Tito Rodríguez, Vitín Avilés, Celia Cruz, La Lupe, Kako Bastar, Willie Rosario, Tito Puente, Charlie Palmieri, Ray Barretto, Héctor Lavoe, entre muchos otros.

Medios de la cuenca del Caribe expresan que el panameño es uno de los últimos de la gran generación que promovió desde Nueva York, en la década del 60, lo que denominaron salsa y de ahí la impulsaron para el resto del mundo.

“Para mí cantar con músicos como Kako, Willie Rosario, Tito Puente, Arsenio Rodríguez, Charlie Palmieri, y además grabar con ellos, fue primero una gran sorpresa. Yo ni siquiera soñaba que como cantante saldría de Panamá, y mucho menos tener esa gran suerte de colarme entre esas grandes figuras, pues antes de mí había muchos y buenísimos cantantes en espera de esa gran oportunidad”, manifestó en una entrevista reciente.

La actividad artística la inició desde muy joven a la edad de 16 años en la orquesta Sonora Panameña de Guillermo Cantillo, y el salto a las grandes ligas de la salsa lo dio en 1968 con la orquesta de Kako Bastar, quien se lo llevó a Nueva York tras conocerlo en el Carnaval de Panamá.

Ese mismo año participa en el que sería el álbum póstumo “Arsenio dice”,  del legendario maestro cubano Arsenio Rodríguez, “el ciego maravilloso”, en el que interpretó los temas ‘Mi corazón no tiene quien lo lloré’, ‘Ven a mi’ y de participar en los coros.

Esta aparición le valió ser llamado como vocalista de la orquesta del ‘Rey del Timbal’, Tito Puente, con la que permaneció siete años.