Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, iniciarán este martes su primer viaje oficial a la República de Irlanda, con vistas a reforzar durante tres días el proceso de reconciliación y estrechar los lazos culturales entre ambos países.

Se trata también de la primera visita que efectúan miembros de la familia real británica a este país desde que el Reino Unido abandonó oficialmente la Unión Europea el pasado 31 de enero, lo que da idea del interés de Londres por normalizar cuanto antes sus relaciones con Dublín, deterioradas por el Brexit.

En este contexto, el palacio de Kensington ha destacado en un comunicado que el príncipe y su esposa están "deseando" comenzar su viaje para "forjar una amistad duradera con el pueblo irlandés", después de la "histórica visita" de la reina Isabel II en 2011, la primera de un monarca británico a Irlanda desde su independencia del Reino Unido.

Como entonces, la Policía irlandesa (Garda) ha desplegado un fuerte dispositivo para garantizar la seguridad de Guillermo y Catalina, con un coste para el contribuyente de en torno a un millón de euros, lejos de los casi 20 millones que costó el despliegue durante la visita de la soberana hace ocho años.

El príncipe, segundo en la sucesión al trono, y la futura reina consorte, serán recibidos el martes en Dublín por el presidente irlandés, Michael D. Higgins, y en los días siguientes se desplazarán al condado de Meath, al noroeste de la capital, y a Galway, en la costa oeste.

Además de su importancia diplomática, las autoridades irlandesas ven este viaje como una oportunidad, aprovechando la popularidad de la pareja real, para promover el turismo en este país, considerado como uno de los motores de su economía.

El Brexit, advierten los expertos, no ha afectado a la llegada de turistas de otras partes del mundo, aunque sí ha provocado un descenso en las visitas de británicos, ante las incertidumbres que presenta este divorcio.

En este sentido, Guillermo y Catalina tienen previsto visitar en Meath algunos de los puntos de mayor interés turístico de esa zona, conocida como el "Antiguo Este", mientras que en Galway, ciudad europea de la cultura en 2020, las actividades tendrán un marcado carácter cultural.

El Palacio de Kensington y las autoridades irlandesas mantienen con hermetismo los detalles de todo el programa de la visita real para asegurar el éxito del dispositivo de seguridad.

EFE