Done su pelo: colecta de cabello para pacientes con cáncer, este fin de semana
En Casa de Belleza Tania Páez (Carrera 52b #90-95), para las mujeres, y Don Juan Barber Club (Calle 93 # 71-49), en el caso de los hombres.
El emprendimiento y la filantropía son la base para el desarrollo de Lili Clarke Hair, empresa estadounidense dedicada a la elaboración de pelucas y extensiones de cabello 100% natural, que dona parte de sus productos a pacientes con cáncer.
El proyecto busca expandirse por Latinoamérica de la mano de su directora ejecutiva, Lili Clarke, y su socio Emmanuel Voissard, razón por la que decidieron visitar Barranquilla y otras ciudades de Colombia.
“Estamos aquí (en Barranquilla) buscando cabello donado para mandarlo a nuestra fábrica en China, hacer pelucas, traerlas y regalarlas a pacientes con cáncer”, expresó Lili Clarke, CEO de la marca.
Recomendaciones a la hora de donar cabello
“No tenemos muchas especificaciones. Estamos cortando a partir de 25 centímetros en el caso de las mujeres, y para hombres 10”, y añadió, “no importa que esté tinturando porque no todos los pacientes lo tienen del mismo color, entonces no se perderá”, explicó Clarke.
“Los cabellos que no puedan ser usados para hacer pelucas de dama los utilizaremos para hacer peluquines de hombre, porque ellos también sufren de esta enfermedad claramente”, precisó.
¿Dónde pueden donar los barranquilleros?
Este 16 y 17 de noviembre, hombres y mujeres podrán acercarse a dos puntos específicos para realizar sus respectivas donaciones.
En el caso de las damas el punto de encuentro es Casa de Belleza Tania Páez (Carrera 52b #90-95), donde les será cortado la cantidad que prefieran.
Mientras que los hombres deben dirigirse a Don Juan Barber Club (Calle 93 # 71-49).
Nacimiento de un imperio peludo
La iniciativa surgió luego de un triste episodio para Lili, quien en 2015 se cayó de un camión en una finca de Estados Unidos, país en el que reside desde que tenía 12 años.
La panameña sufrió un fuerte impacto en la cabeza, hecho que la incapacitó por dos años produciéndole una pérdida de memoria temporal.
“Tengo tres hijos y no quería que pensaran que no me iba a recuperar, así que use lo externo, (la belleza) para poder recuperarme”, indicó la empresaria.
“Ese arreglo externo me ayudó internamente para sacar la fortaleza y seguir adelante”, agregó.
Gracias a una amiga, Lili descubrió el mundo de las pelucas, las cuales le “ayudaron a sentirse ella misma de nuevo”.
Una amiga me introdujo al mundo de las pelucas, era incomodo pero como tenía movilidad para peinarme me ayudó a sentirme yo misma de nuevo
La mujer que la introdujo a este universo desconocido para ella, fue diagnosticada con cáncer de hígado a los tres meses. En medio del tratamiento, no podía utilizar pelucas porque eran diseñadas para personas con cabello, el cual su amiga no tenía.
En el tiempo que la mujer falleció, Lili se recuperó y “en honor a ella” decidió inventar una peluca cómoda para personas sin cabello.
La respuesta estuvo en Suiza, lugar donde fabrican las mallas que componen las diversas muestras que producen actualmente.
Su marca creció y luego llegó Emmanuel Voissard , quien hoy es día es su socio y presidente de Lili Clarke Hair.
Para Lili, Emmanuel era la persona ideal con la que podría hacer crecer la empresa en todo sentido debido que ambos tienen un enfoque en la parte social “haciéndolo de corazón”.
Su filantropía fue reafirmada una vez conocieron mediante una fotografía a Aurora, una joven oriunda de Cartagena que padece de cáncer y soñaba con un cambio radical.
Es así como la empresaria empezó a inclinarse por trabajar de mano con fundaciones para dar un cambio extremo a personas con este tipo de enfermedades, en aras de motivarlos en su lucha diario sintiéndose mejor consigo mismos a nivel interno y externo.
Colombia, un país de pelos
“Nuestras pelucas son las primeras en el mundo que se pueden lavar, peinar como si fuera tu cabello natural”, mencionó Emmanuel Voissard.
Lo anterior, se debe a que compran cabello en el sur de China, donde este “es grueso y fuerte” ya que las mujeres suelen tratar su cabello con arroz.
Una vez tienen cierta cantidad recolectada, lo envían a la fábrica ubicada en Estados Unidos y le añaden la malla importada de Suiza, de la mano de obreros calificados, obteniendo el resultado final en una semana.
Las mallas tienen diferentes tonos pensando el todos los tipos de piel que existen y que ayudan a confundirse con el cuero cabelludo.
También se puede dormir con la peluca, nadar, peinarlo por muchos años sin que el pelo se quiebre.
Según Clarke, “la gente en Colombia más que ser simpática tiene un cabello extraordinario”, comparándolo con el de sur de China, al ser “un cabello comercial, que tiene la hebra gruesa, es sedoso, brillante y fuerte”.
En unos años la emprendedora visualiza su empresa no solo cómo la mejor en cuanto a extensiones y pelucas en el mundo, también espera desarrollar profundamente la parte social.
“Quiero escuchar que gracias a nuestras pelucas las mujeres sienten más fuerza para luchar hasta su recuperació, gracias a que sintieron una transformación por dentro y por fuera”, concluyó.