Diana Polo, una chef barranquillera cuyos platos cuentan la historia de la cocina caribeña
Con más de 6 años de experiencia trabaja de la mano con agricultores del Atlántico llevando ingredientes sostenibles a su Casa Cultural Gastronómica ‘La cuchara colorá’.
Sabores cautivantes con ingredientes frescos traídos del campo a la mesa y toda una amalgama de combinaciones que se fusionan en el paladar y que hacen de las preparaciones un viaje directo al corazón de la cultura tropical.
Es el objetivo que siempre ha tenido la chef barranquillera Diana Polo Lobo en sus más de 6 años de experiencia en la cocina caribeña.
Investigadora, pedagoga gastronómica, creadora de experiencias y como ella lo afirma “foodie con amor”, la chef se considera una persona que siempre está constante aprendizaje, pues para ella la cocina es sinónimo de respeto hacia lo que preparas, un “mosaico cultural”, donde convergen influencias indígenas, afro y asiáticas.

“Dicen que toda persona tiene un verbo, y yo digo que el mío es aprender. Soy una estudiante eterna, y como estudio muchas cosas, una de esas cosas es la gastronomía. Yo viví una década por fuera de la ciudad, en Bogotá y en España, y para mí fue muy impresionante. Dicen que cuando uno tiene algo es cuando uno más lo extraña, y así me pasó, ver lo que costaba un mango o un aguacate y saber que aquí lo tenemos y que somos ricos con nuestros alimentos me hizo entender muchas cosas y darle valor a la cocina”, señaló.
Y es que, para la chef, la gastronomía caribeña es como “la mejor oportunidad para darle a conocer a la gente la riqueza de lo que es Colombia y de lo que es su gente, porque también trabajamos directo con los productores. Encuentras tú en el campo no solo diversidad de ingredientes, sino diversidad de personas con unos talentos increíbles”.
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Un festín para todos los sentidos
En Barranquilla Diana tiene un rinconcito que sabe a “gloria”. Apenas trasciendes el umbral te sientes como en casa. Sus colores vibrantes te transportan a la niñez y como si fuera poco, sus sabores te atrapan y haces que quieras volver una y otra vez.
Se trata de ‘La cuchara colorá’, una Casa Cultural Gastronómica que es el equilibrio perfecto entre tradición, sabor y creatividad, refleja la diversidad cultural y riqueza natural de esta región.
Cada plato es una manifestación de su historia, su gente y su identidad cultural. Cada bocado invita a que tu paladar tenga una experiencia sensorial inolvidable con ingredientes que evocan la esencia del propio barranquillero.

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Pero, ¿por qué ‘cuchara colorá’? Diana con 36 años es una chef arriesgada y decidida. Sus miedos los ha sabido afrontar con total certeza de que lo que viniera después seguramente iba ser mejor. Y uno de ellos era la pintura.
En su casa sus hermanos tenían una destreza, la de ella la cocina y el baile, y la de su hermana la pintura, pero ella también lo quería intentar. Sin embargo, no se decidía por “miedo a fallar” hasta que llegó a ella “una cuchara toda vieja lista para tirar a la basura y sin pensarlo ese fue el inicio de toda esta aventura”.
“La ‘cuchara colorá’ viene de atravesar uno de mis miedos. A mí me gusta que miedo que tengo, miedo que contra todo intento atravesarlo. En este caso era pintar, me sentía muy vulnerable pintando, y entonces mi mamá tenía un cucharón súper viejo, seguro era de mi abuelita, en madera, y cogí y dije, bueno, vamos a atravesar este miedo, lo mío era el baile. Un día me senté a pintar el mango ese cucharón de un rojo muy muy intenso y para mí fue hacer un respiro, pues a simple vista un cucharón, pero para mí fue muy significativo”, puntualizó.

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Para la chef, ‘La cuchara colorá’ representa creatividad y fuerza en la mujer caribeña, es un nombre “atrevido”, que nació como una manera de vencer lo que “no me dejaba tranquila”.
“Es muy difícil que la gente diga ‘colorá’, entonces ya de por sí el nombre es atrevido, tiene una sentencia, personalidad, y así es la comida de aquí, no es nada a medias, ni sabores planos. Son comidas con sabores muy versátiles, y eso es lo que tiene que ver acá. En esta cocina también porque nos atrevemos a jugar con los sabores del Caribe, entonces siempre lo que es rojo trata de resaltar porque con ese color fue donde todo comenzó”, indicó.

Una cocina sostenible
La yuca, el ñame, el café, el millo, el guandú son algunos de los protagonistas en la cocina de Diana, alimentos que se resumen en la tradición de los sabores del Caribe.
Su cocina no es una más en Barranquilla, allí se trabaja con los productos del campo de la mano de agricultores que tiene la oportunidad de expandir sus producciones.
“Aquí hay de todo, como no somos un restaurante no tenemos un menú definido, pero hay tres platos que sí o sí nuestros comensales dijeron que se tenían que quedar, uno de ellos el mote de queso, que es un plato polémico porque hay gente que dice lleva berenjena como en la sabana cordobesa, otros que lleva ahogado como en la sabana este sucreña, otros que lleva chicharrón, entonces con el fin de darle gusto a todos, nuestro mote lleva de todo. Además, no es un mote con los pedazos de ñame sino más cremoso”.

Otro de los platos insignias de la cocina de Diana es el sancocho de guandú verde, una cosecha que les proporciona “la familia Rúa, ellos cultivan 47 tipos de guandú, nosotros utilizamos uno que tiene 7 pepas, lo hacemos con bondiola ahumada al barril a diferencia del de res por cuestiones ecológicas, la res es mucho más contaminante”.
El ajiaco y una torta de yuca con coco con el propio queso costeño, es otra de las delicias de esta Casa Cultural Gastronómica.
Este último “es el rey de la casa, no lo hacemos como la textura del enyucado, sino algo más suave para el paladar y lo acompañamos con helado de vainilla”