Día de los Angelitos o Halloween, ¿cuál celebra usted?
Una de estas celebraciones es tradicional de nuestro país, mientras que la otra es una fiesta foránea.
¿Es usted de las personas que adopta festividades de otros países dando paso a la hibridación cultural o prefiere mantener vivas las tradiciones propias de su región?
La anterior incógnita es un debate que se ha disputado a lo largo de las últimas décadas entre alienados y costumbristas, específicamente desde que en Colombia se empezó a dejar de lado las alitas y aureolas propias de los ángeles para dar paso a disfraces terroríficos.
Según la Arquidiócesis de Barranquilla, el Día de los Angelitos está relacionado con la vocación cristiana de los pueblos del Caribe que nace de la celebración católica del Día de todos los Santos, siendo esta fiesta religiosa, la ocasión en que se veneran a aquellos santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico.
De igual manera, religiosos consideran que esta festividad invita a recordar a los niños fallecidos y que ahora son ángeles del cielo.
Hace años, cada primero de noviembre niños vestidos como estos seres celestiales iban casa por casa pidiendo papa, yuca y demás ingredientes necesarios para un sancocho, el cual siempre ha sido motivo de reunión en los hogares costeños. Costumbre que se fue disipando con la globalización.
“Ángeles somos, del cielo venimos, pidiendo limosnas para nosotros mismos”, es el famoso estribillo que la iglesia católica y las personas más arraigadas a lo tradicional añoran volver a escuchar, por encima del “Triki triki Halloween, quiero dulces para mí”, fiesta a la que muchos consideran mundana y totalmente ajena.
Por su parte, Halloween, también denominado Noche de brujas, es una celebración de hace aproximadamente 2 mil años, proveniente de los pueblos celtas del norte, lo que hoy se conoce como Irlanda, Gales, Escocia y parte de Inglaterra.
Nació como inspiración del arribo de la temporada otoño-invierno, la más fría y oscura del año, fecha en la que se cree, se abre un portal donde se comunican tanto muertos como vivos.
Cada 31 de Octubre estaba dedicado a dos dioses: Morrigan (diosa de la guerra y de la muerte) y Dagda (una deidad secundaria relacionada con la abundancia). Esto debido a la crisis económica y social sufrida en Irlanda, hacia el año 1845, que causó el exilio de millones de personas que se asentaron principalmente en Estados Unidos.
La fiesta, que se expandió a nivel mundial gracias a las películas estadounidenses, se convirtió en una práctica comercial, incentivada por el consumismo característico de los norteamericanos. Es así como el festejo llegó a Latinoamérica para quedarse y convertirse en lo que conocemos hoy en día.
Pese a que muchos niños se divierten disfrazándose y pidiendo dulces, adultos se han apropiado de la celebración festejando en clubes nocturnos a altas horas de la noche, trayendo consigo consumo de alcohol y drogas, riñas, promiscuidad y un ambiente inseguro.
Por lo anterior, Halloween ha ganado tanto adeptos como detractores, abriendo cada vez más espacio un debate que parece no acabar, al menos por ahora.
Y usted, ¿es de los que canta “triki triki Halloween” o “Ángeles somos, del cielo venimos”?