La estadounidense Emma Pope es un ejemplo de constancia, trabajo duro y disciplina. La joven de 23 años perdió 65 kilos, luego de que fuera humillada por sus compañeros durante su época escolar.

Sus compañeros de colegio se reían y la tildaban de “gorda”, pero su peor momento fue experimentado durante un partido de voleibol, en donde los asistentes comenzaron a gritarle “trasero gordo fuera de la cancha".

A los 17 años, Emma decidió incluir en su vida una estricta dieta acompañada de una serie de ejercicios. Inicialmente decidió correr cuatro veces por semana, luego agregó más cardio, pesas y logró poco a poco perder peso.

En la actualidad la mujer pesa 67 kilos, pero su mejor premio ha sido las disculpas que ha recibido por parte de sus excompañeros que diariamente la humillaban.

 "Ya cuando empecé a perder peso los chicos me trataban de una forma completamente diferente", comentó al diario. "Recibí mensajes en los que me decían que sentían mucho lo que me habían dicho antes”, contó.

La mujer afirma que también rechaza a quienes la humillaban y ahora gracias a su esbelta figura demuestran gran interés.

"Dudo de que se disculpen por la bondad de su corazón, definitivamente hay un motivo oculto. Por eso los rechazo inmediatamente ante cualquier intento de coquetear conmigo”, finalizó.