Un lienzo en blanco y un pincel, son los instrumentos favoritos del artista plástico Aníbal Olier Bueno, quien gracias su obra ha dejado huella en distintos eventos internacionales llevando en alto el nombre de Colombia.

A su regreso de la Bienal de Florencia, celebrada dentro de la conmemoración de los 500 años de la muerte de Leonardo Da Vinci, el cartagenero habló con Zona Cero sobre las gratas experiencias que ha tenido a lo largo de su vida desde que decidió dedicarse a la pintura.

“Creo que es un escenario excelente, tiene rigor como toda cosa bien hecha, quieren siempre tender a la exigencia. Convoca a artistas de alto nivel”, expresó Olier, quien presentó en la ciudad italiana su pieza ‘Sala de baile’.

El creador también participó en la octava Bienal de Beijing, espacio que reunió artistas de más de 120 países y considerado uno de los espacios más importantes del arte contemporáneo.

Asimismo, ha presentado múltiples exposiciones individuales y participado en más de cuarenta colectivas tanto en Colombia como en el extranjero, principalmente en Miami, Nueva York, Venezuela, Panamá y Guyana.

En más de 50 años de trayectoria, el maestro a veces rememora con melancolía sus primeros coqueteos con la que sería su vocación.

“Desde niño le insistía a mi padre que me llevara a la escuela de arte. Cuando salí fui profesor y más tarde rector de la misma escuela”, mencionó.

El artista agradece a la vida haber trabajado al lado de sus ídolos en la materia como Eduardo Ramírez Villamizar, Alejandro Obregón y Ómar Rayo, puesto que estar con ellos le “dio la oportunidad de aprender muchísimo”.

Todo ese aprendizaje adquirido lo plasma en cada creación, siendo el neoexpresionismo el movimiento en el que se apoya para dar rienda suelta a su creatividad mediante la utilización de elementos pictóricos.

“Después de Goya, el arte pictórico ha tenido un desarrollo con ingredientes nuevos y con énfasis en la expresión de la figura” explicó Olier, por lo que tiene en cuenta el color, la atmosfera y muchos más aspectos a la hora de dar vida a sus pinturas.

“Hago una relación entre el movimiento de la figura humana y el espacio atmosférico que lo planteo geométricamente”, destacó.

Entre sus próximos proyectos, Aníbal Olier adelantó la posibilidad de ser invitado a Cannes así como a Tokio, lugares donde brindan cabida a artistas independientes en museos de arte moderno. No se ha concretado hasta el momento, pero “cruza los dedos” para seguir representando al país en citas internacionales.