Tras aumento de reclamos de la ciudadanía, Policía se compromete a cumplir con su Código de Ética
Los 181.920 policías aceptarán su compromiso a través de un computador.
En presencia de la ONU y la Secretaría de Transparencia de la Presidencia, la Policía Nacional asumió el compromiso de refrendar su código de ética, en desarrollo de la nueva política integral de transparencia que adelanta el general Jorge Hernando Nieto desde que asumió la dirección de la Institución.
La medida tiene pertinencia puesto que recientemente se han venido incrementando las denuncias de la ciudadanía, que asegura sentirse atropellada por los abusos de autoridad de la Policía.
Tan solo en Barranquilla, Zona Cero ha publicado no menos de ocho denuncias de los ciudadanos en las últimas dos semanas, quienes manifiestan sentirse agredidos por agentes de Policía.
Desde su computador, cada uno de los 181.920 policías que hay en el país tendrán la posibilidad de accder a un computador y, tras leer nuevamente el código de ética, podrán presionar el botón Acepto, lo cual quedará registrado en la base de datos de la Institución.
“Sé que somos capaces de ser mejores seres humanos. Sé que podemos ser mejores policías. Por eso, los invito a refrendar nuestro Código de Ética con el corazón, con grandeza, con amor por su familia, su Institución y su patria”, afirmó el general Nieto durante una videoconferencia en la que se protocolizó la refrendación.
CÓDIGO DE ÉTICA POLICIAL
Como policía tengo la obligación fundamental de servir a la sociedad, proteger vidas y bienes; defender al inocente del engaño, a los débiles de la opresión y la intimidación; emplear la paz contra la violencia y el desorden y respetar los derechos constitucionales de libertad, igualdad y justicia de todos los hombres.
Llevaré una vida irreprochable como ejemplo para todos; mostraré valor y calma frente al peligro, al desprecio, al abuso o al oprobio; practicaré la moderación en todo y tendré constantemente presente el bienestar de los demás. Seré honesto en mi pensamiento y en mis acciones; tanto en mi vida personal como profesional, seré un ejemplo en el cumplimiento de las leyes y de los reglamentos de mi Institución. Todo lo que observe de naturaleza confidencial o que se me confíe en el ejercicio de mis funciones oficiales lo guardaré en secreto, a menos que su revelación sea necesaria en cumplimiento de mi deber.
Nunca actuaré ilegalmente, ni permitiré que los sentimientos, prejuicios, animosidades o amistades personales lleguen a influir sobre mis decisiones. Seré inflexible, pero justo con los delincuentes y haré observar las leyes en forma cortés y adecuada, sin temores ni favores, sin malicia o mala voluntad, sin emplear violencia o fuerza innecesaria y sin aceptar jamás recompensas.
Reconozco que el lema Dios y Patria simboliza la fe del público y que lo acepto en representación de la confianza de mis conciudadanos y que lo conservaré mientras que siga fiel a los principios de la ética policial. Lucharé constantemente para lograr estos objetivos e ideales, dedicándome ante Dios a la profesión escogida: La Policía.