Para hoy martes a las 10 de la mañana está prevista la primera reunión de los cuatro congresistas designados para construir el informe de conciliación de la reforma tributaria que será votado en las plenarias de Senado y Cámara, último paso que tiene pendiente el proyecto en el Congreso para convertirse en ley de la República.

No obstante, aún hay una puja entre distintos sectores alrededor de temas como los impuestos a las iglesias, la exención para altas pensiones conseguidas en el exterior o la tarifa de renta diferencial para las micro y pequeñas empresas.

Uno de los temas que saldría del texto sería este último, el de los beneficios a las micro y pequeñas empresas, que no contó con aval del Gobierno Nacional.

La representante Jennifer Pedraza, del partido Dignidad, cuestionó la intención del Ministerio de Hacienda de dejar por fuera el artículo de los beneficios a las micro y pequeñas empresas, que no contó con aval del Gobierno Nacional, pero que contó con el apoyo mayoritario de la Cámara de Representantes.

“Sorprendentemente, en medio de la discusión de la reforma tributaria, no ha habido un enemigo más frontal en contra de esta propuesta para disminuir el impuesto de renta a micro y pequeñas empresas que el Ministerio de Hacienda. Lo aprobamos en Cámara, pero nos falta el round en la conciliación para que no nos lo tumben”, puntualizó la congresista.

Pedraza solicitó además que la discusión sea pública, pues “las conciliaciones son el proceso menos publicitado del Congreso y deberíamos poder ver cuál es la posición del Gobierno Nacional sobre los temas que aún están en discusión”.

En tanto, el representante Heráclito Landínez, del Pacto Histórico, explicó que de incluirse este tema en la conciliación, podría ser declarado inconstitucional por vicios de trámite, al no tener el visto bueno del Gobierno.

“Si se aprueba en la conciliación, se va a caer en la Corte Constitucional porque hay miles de sentencias que dicen que los congresistas no pueden proponer leyes que impliquen derogación del gasto público y el Gobierno no avaló desde el comienzo esta proposición”, precisó.

Además, según Landínez, si se aprueba habría un incentivo para evadir impuestos. “Hay colombianos que son campeones en evasión y en elusión y podrían empezar a subdividir empresas y bajar el recaudo”, concluyó.

El trámite de la reforma tributaria está en la recta final en el Congreso.