De acuerdo con el momento político que vive el país, en el que los integrantes del poder Legislativo andan con los ojos más puestos en lo que suceda en sus regiones para las elecciones del 29 de octubre, que lo que se mueve en sus curules en Bogotá, se prevé que debates trascendentales pendientes como el de la Reforma Laboral, cobrarán fuerza después de la marejada que arrojen estos comicios de fin de mes.

Dado el significado que representa y la aureola de expectativa nacional que hay alrededor de esta iniciativa, probablemente será uno de los temas que comenzará su tránsito inmediatamente después de la jornada electoral.

El reto es grande, porque hay sobre la mesa tres propuestas a las que hay que mirar con detenimiento: la presentada por el Gobierno, la que lleva el Partido Conservador y la de siete parlamentarios de oposición, que no se quisieron quedar por fuera de un asunto que puede resultar histórico.

Tres propuestas disímiles que enriquecerán el debate, para que salga la mejor que favorezca al pueblo colombiano.

La del Gobierno fue radicada el 24 de agosto pasado ante la secretaría de la Cámara por la Ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, y contiene un nuevo texto que incluye ajustes a temas como el alcance y ejercicio de la tercerización laboral, la estabilidad laboral reforzada y la jornada laboral diurna hasta las 7 p.m. 

Igualmente la creación de incentivos para la promoción de nuevos empleos protegiendo a sectores empresariales para su fortalecimiento sin precarización laboral, y el establecimiento de nuevos esquemas para formalización de micronegocios, entre otros.

“Nuevamente el Gobierno del Presidente Gustavo Petro le entrega al Congreso de la República un texto de Reforma Laboral que respeta y acoge la diversidad de propuestas que desde el empresariado y las organizaciones de trabajadores dieron a conocer en la anterior legislatura”, señaló la titular de la cartera.

Esta iniciativa tendrá ponencia para el primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara, y desde ya se pronostica un debate agitado ya que los partidos de oposición e independientes, afirman que el Gobierno hizo pocos ajustes al texto que presentó en la pasada legislatura, y que terminó hundiéndose por falta de trámite debido a lo polémico que resultó.

Uno de los cuestionamientos a la iniciativa del Gobierno Petro es que tenía un perfil muy garantista de los derechos de los trabajadores, y olvidaba problemas estructurales como la generación de empleo e incrementaba los costos a los empleadores.

Varios gremios alertaron que se perderían muchos puestos de trabajo.

Ahora el nuevo proyecto busca como regla general, el uso de contratos de trabajo a término indefinido.

Además crear nuevas formas de contratación, como el contrato de trabajo doméstico, el agropecuario, el de aprendizaje, los modos de vinculación de trabajadores a plataformas digitales de reparto, entre otras.

Igualmente incluye la formación para el trabajo (teórica y práctica), que se extiende para el campo y se amplía la validación de aprendizajes previos, de manera que las personas obtendrán un reconocimiento del saber.

La propuesta del Partido Conservador

El proyecto de Reforma Laboral que presentó el partido Conservador, le apuntó con mayor énfasis a la generación de empleo.

Considera para esto, que las empresas que fomenten nuevas oportunidades laborales recibirán un estímulo económico del Estado, en especial si benefician a mujeres, jóvenes, personas en condición de discapacidad y las que están próximas a cumplir la edad para pensionarse, es decir, que les falten semanas de cotización.

También crea un subsidio para desempleados con responsabilidad del Estado por máximo seis meses, teniendo como condición haber laborado al menos 12 meses antes.

Su remuneración estará entre 0.5 y 1.5 salarios mínimos mensuales.

Asimismo regula el trabajo en plataformas digitales de reparto, el trabajo voluntario en las denominadas organizaciones y congregaciones religiosas, consagrando la obligación legal de cotizar en seguridad social.

Además, establece un salario mínimo por hora, su reglamento de pago de tiempos de descanso y los aportes a seguridad social.

Igualmente se crea el ICAP, un incentivo para que empresas que no están obligadas a la contratación de aprendices, puedan hacerlo.

Otra novedad es la semana laboral de cuatro días, con tres días de descanso, manteniendo las 47 horas de trabajo semanales. 

Todo esto sin que la jornada de más de ocho horas se constituya en trabajo suplementario.

Se exige que el contrato por obra o labor se haga constar por escrito y se aumenta su indemnización mínima.

De otra parte, incrementa el valor del recargo dominical al 100 %, pero mantiene el recargo por festivos en 75 %.

Adicionalmente se da la posibilidad de que trabajador y empleador puedan liquidar mensualmente primas y cesantías, mejorando el flujo de caja de los empleados.

También limita a cuatro años las prórrogas de los contratos a término fijo.

La iniciativa de siete congresistas de la oposición

Los representantes a la Cámara Miguel Polo, quien ocupa una de las curules de negritudes; Marelén Castillo y Érika Tatiana Sánchez, las dos de la Liga de Gobernantes Anticorrupción; Hernán Cadavid y Juan Espinal, del Centro Democrático, radicaron un proyecto de reforma laboral que enfocaron en la formalización.

Esta iniciativa también la suscribieron la representante Saray Robayo y el senador Alfredo Deluque, los dos de la U, colectividad declarada en independencia. 

Polo ha venido sosteniendo que cree en la empresa privada de lucro y entiende que sin la empresa privada el país se va para el atolladero.

Sostuvo que "un punto muy importante en la reforma en el cual nos basamos es el programa del gobierno Duque, que se conocía como Apoyo al Empleo Formal, en donde se les brindaba ayuda a las empresas que dejaron de percibir ingresos económicos del 20 % (por la pandemia), y gracias a este gran programa de apoyo al empleo formal se salvaron 4 millones de empleos y 150 mil empleadores".

Vale mencionar que esta iniciativa de reforma no toca temas significativos como el horario de los trabajadores ni la modalidad del trabajo, sino que el eje principal es la formalización.

Polo dijo también que “hay un 54% de la economía sumergida en donde hoy estas personas no cotizan pensión, no cotizan salud. Entonces la prioridad a través de esta Reforma es lograr que un gran número de estas personas logren entrar a la formalización”.

Vale señalar que la Comisión Séptima de la Cámara acumuló para su discusión el proyecto de reforma del Gobierno y el del partido Conservador.

La representante Érika Tatiana Sánchez dijo que la pretensión de ella y sus colegas ponentes, es que se discutan todos los proyectos a la par, no solo con el del partido Conservador. “Así le cumpliremos verdaderamente al país”, dijo.

La parlamentaria explicó que “no es una contrarreforma a la Reforma radicada en el Congreso de la República, este proyecto busca incluir distintos sectores y escenarios que fueron excluidos en el documento que radicó el Gobierno nacional”.

Como se ve, hay de todo como en botica, tres propuestas todas con temas interesantes que pueden ayudar a sacar a flote una Reforma Laboral, que como se dijo antes favorezca a la clase trabajadora y a los empleadores.