El debate a la propuesta del senador de la Alianza Verde Jota Pe Hernández de reducir la escala salarial de los congresistas, actualmente en $43 millones mensuales, encendió los ánimos entre algunos de ellos que no se han mostrado muy de acuerdo con la idea.

Entre estas posiciones llamó la atención la posición de la senadora paisa del Pacto Histórico Isabel Zuleta, a quien le recordaron en redes sociales que cuando era ambientalista en Ituango, cuestionaba los salarios de senadores y representantes, sin embargo, ahora se muestra en desacuerdo en disminuir dichos ingresos.

“Si un salario es para vivir con dignidad son completamente absurdas esas cifras mientras otros no tienen nada, desconozco la labor legislativa pero no podría de ninguna manera servir para acumular riqueza personal”, trinó Zuleta en una oportunidad de julio de 2021.

Pero, en estos momentos, cuando el debate está candente, acaparó la atención e inmediatamente fue objeto de cuestionamientos al decir, para justificar su salario de senadora, que  “¿por qué no se le discute a un futbolista que gana mucho?”.

Una de estas arremetidas fue la de Christian Mantilla por la red social X (antes Twitter).

“Alguien que por favor le explique a esta señora que a los futbolistas les paga la empresa privada y a los congresistas se les paga con dineros públicos o sea (sic) el de los impuestos que paga la gente”.

También mereció mucho interés la opinión de la senadora del Partido Liberal Karina Espinosa, quien se refirió al tema y dijo “que estaba segura que nadie quiere que le bajen su salario aquí en el Congreso”.

Agregó que tenía que saber en cuánto quedará ese rubro, “para saber si nos sirve o no venir, y si no, que nos dejen en las regiones y hagamos los debates virtuales”.

Remató con para ella “todo el que trabaja tiene que tener derecho a su remuneración. Son unos derechos adquiridos y todos los que estamos aquí aspiramos bajo unas condiciones y decidimos si nos servían o no”.

Aunque la propuesta de la reducción salarial del senador Hernández volvió a entrar en discusión, observadores políticos opinaron que no le ven futuro y que lo más probable es que se estanque.