Susana Correa Borrero, quien el pasado martes 29 de marzo tomó posesión del cargo de Ministra de Vivienda, renunció de manera irrevocable al partido Centro Democrático, en cuyas toldas militaba desde su fundación.

La Ministra se fue hablando duro. En la carta que envió a esa colectividad sobre su decisión manifestó que no ha compartido las recientes decisiones tomadas por el partido.

“Los ideales con los cuales fue fundado y edificado el Centro Democrático no se han mantenido, privilegiando intereses personales de sus directivos, desdibujando a todas luces los intereses de la colectividad”, manifestó.

Agregó que esta decisión la venía estudiando desde hace rato.

“He podido reflexionar sobre mi desacuerdo con las decisiones, posturas y manejos que hoy materializo, manifestando mis inconformidades y mi imposibilidad de continuar como militante”, sostuvo.

Terminó diciendo que se despide “con sentimientos encontrados por el agradecimiento que le promulga al expresidente Álvaro Uribe Vélez”.

Antes de llegar al Ministerio Susana Correa Borrero se venía desempeñando como directora de Prosperidad Social.

En los mentideros políticos corrió la especie de que una de las razones de la Ministra para dejar las huestes del uribismo fue la decisión del partido de retirar la candidatura al Senado para las elecciones pasadas de Daniel García Arizabaleta.

En efecto, el Centro Democrático pidió la renuncia pública de García tras verse involucrado por la Fiscalía en el escándalo de corrupción de Odebrecht.

Las expectativas políticas ad portas de las elecciones presidenciales son: a qué partido llegará la Ministra, a qué colectividad representará en el cargo ministerial, o será a título personal, y a qué candidato respaldará en los comicios del 29 de mayo.