La misteriosa multiplicación de los votos, en los denominados formularios E-14, tiene su explicación, en la mayoría de los casos, en la habilidosa pero reprochable actitud de muchos jurados de alterar las cifras de manera burda.

Las denuncias formuladas tanto por los candidatos afectados como por sus apoderados, apuntan a una asombrosa transformación numérica a partir de los guiones inicialmente señalados y que indicarían cero votos.

Es así como, por ejemplo, un guión fácilmente es transformado en un 3, agregándole el resto de su figura.

En el caso del número cero increíblemente infla la votación cuando le anteceden otra cifra alterada.

El número 4 es transformado de dos maneras. A través de un 1 añadiéndole un guión central o con el mismo guión agregándole el resto de la figura.

Lo mismo sucede con los números 5, 6, 7 y 8, de tal manera que al final inflan la cifra electoral.

Estos burdos montajes son fáciles de detectar en los E-14, como evidentemente han reclamado candidatos y apoderados.

Sin embargo, las cifras alteradas coinciden con los resultados totales de la mesa, aun con enmendaduras y tachaduras, pero no se procede con el conteo voto a voto, como lo han exigido los mismos afectados.

“Lo que pasa es que tal como terminan elaborados los E-14 y pese al evidente fraude, aparentemente todo está bien y por eso no proceden con el conteo voto a voto, ya que para que esto se de se deben reunir rigurosos requisitos”, comentó uno de los afectados.

Para que las cifras cuadren necesariamente hay un beneficiario y un afectado. Por eso, no es de extrañar que en muchos casos aparezcan tachados los votos, debidamente numerados, de determinados candidatos, como lo sucedido en el corregimiento de Aguada de Pablo, en el municipio de Sabanalarga.

Por la forma como se configura la anómala situación, los propios afectados aseguran que tal parece que muchos jurados fuesen capacitados no para cumplir fielmente su servicio democrático sino, más bien, para alterar la verdadera intención de los votantes.

Razón más que suficiente para que la organización electoral revise la actuación de los jurados y adopte las acciones pertinentes.