En agosto de este año, Zona Cero reveló la manera en que la Alcaldía de Santa Marta se valió de la firma de dos convenios con la Corporación La Perla Cultural creada hace 3 años –durante el inicio de la administración del alcalde saliente- para administrar recursos por el orden de $5 mil millones destinados para campañas culturales en la ciudad de Santa Marta.

Como lo mostró la publicación en su momento, la manera en la que esta corporación justificó la inversión de los recursos no fue muy convincente, entre otras porque los convenios, firmados el 2 de marzo de 2015, tenían un plazo de 9 meses (de marzo a diciembre), pero para la fecha de la denuncia periodística, los eventos y las campañas culturales ni siquiera se habían comenzado a ejecutar.

Además, el presupuesto de inversión presentado por la Corporación y aprobado por la Secretaría de Cultura, planteaba millonarias inversiones en vallas publicitarias inexistentes, así como en campañas en medios de comunicación para eventos que no se habían llevado a cabo.

Al revisar en detalle el plan de inversión de estos recursos, este medio descubrió además que de la ejecución de las cuatro campañas culturales, para las cuales se habían asignado recursos de entre 600 y 756 millones de pesos en cada una, por lo menos dos tercios del dinero lo justificaron en el pago de propagandas y publicidad para los eventos que ni siquiera se habían hecho, dejando una mínima cantidad del recurso para su realización.

Tras las publicaciones, tituladas La ‘perla’ del alcalde de Santa Marta con las campañas culturales y La ‘perla’ del alcalde de Santa Marta con Fundación fue por $5 mil millones, los directivos de la Corporación la Perla, entre quienes figura Alejandro Arizmendi Echeverri, hijo del reconocido periodista Darío Arizmendi, se comprometieron a dar explicaciones detalladas sobre la inversión de los recursos, las cuales, a la fecha, aún no se conocen.

Los convenios de Caicedo

Lo que sí develó esto fue una práctica común del alcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, para destinar los recursos del erario a través del método de convenio de asociación, en vez de adelantar un proceso de licitación pública.

La suscripción de convenios consiste en la firma de contratos en las que ambas partes ponen algo de su parte y acuerdan una serie de compromisos aunando sus esfuerzos. Aunque en un convenio ambos ponen, en estos casos, la Alcaldía es la quien dispone del dinero, mientras que al beneficiario del convenio asigna un aporte representado en especie o en los servicios prestados. Es decir, no ponen plata, solo la operan.

En el caso de la cultura, los dos convenios que firmó Carlos Caicedo con la Corporación La Perla Cultural no fueron los únicos del año 2015, pues cuatro meses después, la Alcaldía volvió a suscribir un convenio con un objeto muy parecido: “aunar esfuerzos para desarrollar la oferta de eventos artísticos y culturales con el fin de recuperar la identidad cultural en el distrito de Santa Marta”.

En este nuevo convenio, firmado con la Fundación Arte para el Desarrollo, la Alcaldía dispuso de mil 753 millones 103 mil 500 pesos para desarrollar nuevas actividades culturales en el distrito de Santa Marta.

Pero estos convenios no solo son suscritos en el ámbito cultural. Durante su periodo como alcalde, por ejemplo, el mandatario Carlos Caicedo suscribió por lo menos 5 convenios con la Fundación Social Obras de Amor Esperanza y Vida (Fundesvi), en la que se le otorgaron recursos para tratar temas tan variados como la atención a víctimas del conflicto armado en Santa Marta, así como la realización de campañas para la educación vial y las normas de tránsito en Santa Marta.

Particularmente, el último convenio firmado con esta Fundación fue por 1.132 millones de pesos y no fue publicado en el Sistema de Contratación Pública (Secop), sino hasta el mes de octubre, dos meses después de que se hubiera iniciado el contrato. 

Zona Cero conoció que esta Fundación (Fundesvi) está relacionada con el exsecretario de Planeación del distrito de Santa Marta, Jhon Valle Cuello, quien posteriormente se lanzó a la Alcaldía de Valledupar en las elecciones de este año.

La Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República ha advertido que más de un billón de pesos se mueven anualmente entre las alcaldías y las gobernaciones del país, en lo que se ha convertido en un método para evitar los mecanismos de licitación pública.

Así mismo, cuestionamientos sobre algunos convenios han llevado a casos en que los mandatarios resultan destituidos, como ha sucedido con el gobernador de Casanare Nelson Mariño en 2013, o el exalcalde de Bucaramanga Héctor Moreno, inhabilitado por 12 años para desempeñar cargos públicos al demostrarse que firmó un convenio por 900 millones con una fundación para el alumbrado público navideño de su municipio.

En el caso de Santa Marta, la perla de los convenios del alcalde de Santa Marta no ha brillado para los entes de control. Ni función de advertencia de la Procuraduría General ni control posterior de la Contraloría han operado en estos casos en donde han estado de por medio recursos públicos.