Desde el Gobierno el mensaje de que la consulta popular "va porque va" tiene una explicación: consideran este mecanismo de participación popular su seguro de vida para aprobar las reformas sociales, principalmente, la laboral.

El Ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, sostuvo que "sin la consulta popular no hubiese revivido la Reforma Laboral que hoy discute el Congreso... hubiese quedado sepultada como ellos querían".

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Después de intervenir en el Encuentro Nacional de Fedecajas, en Barranquilla, Sanguino afirmó que después de ser aprobada por la Comisión IV del Senado, la Reforma Laboral pasó de "cuidados intensivos a pronóstico reservado".

El Gobierno entiende que el proyecto de ley aún tiene riesgo de ser "peluqueado" en la Plenaria del Senado y recalcó que hay amenazas en el Congreso, como el hundimiento  de la Reforma a la Salud, por eso "el camino más seguro para que haya reformas sociales en Colombia es que no las decida el Congreso en las paredes estrechas y oscuras del Capitolio Nacional".

Sanguino señaló que el Presidente Gustavo Petro ha apostado por la movilización popular, la consulta popular y la Reforma Laboral para que Colombia "tenga los trabajos dignos que merece".

"Cualquiera de estos tres caminos debe conducir a que el país tenga una Reforma Laboral", agregó.

Según Sanguino, el Ministro del Interior, Armando Benedetti, ha insistido en que se decretará la consulta popular si el Senado no da un concepto antes del 1o. de junio, pero esto no debería afectar el proceso de la Reforma Laboral en el legislativo.

El Gobierno sostiene que la Plenaria aún no ha entregado concepto, a pesar de que en la votación se hundió la consulta, porque, según Benedetti, el Secretario del Senado no leyó las proposiciones.