Defensor pide que diálogos con ELN continúen, pero con reglas claras
Dice que la Defensoría le apuesta al proceso de paz como único vehículo de reconciliación, "pero necesitamos que haya cero hostilidades".
El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, rechazó de nuevo el secuestro por parte del ELN de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, y consideró que si bien el Gobierno no debe levantarse de la mesa de negociaciones con ese grupo armado, sí debe ponerles reglas claras para que dejen de lado las constantes violaciones al cese al fuego.
“El Gobierno tiene que sentarse y permanecer en la mesa, pero con reglas claras y no aceptar condicionamientos, eso es lo que queremos los colombianos, que no haya más afectación de la población civil, que no haya más amenazas, que no haya más extorsiones, ni homicidios selectivos, que no haya más afectaciones de las comunidades en el territorio y ese es el llamado que reiteramos desde la Defensoría del Pueblo”, sostuvo.
Camargo afirmó que el ELN y también las disidencias de las FARC, deben cumplir su palabra y dejar de lado todas las acciones criminales que violan el cese al fuego decretado por el Gobierno.
“Nosotros seguimos insistiendo, desde la Defensoría del Pueblo, apostándole al proceso de paz como único vehículo para que haya una reconciliación, pero que haya reglas claras. Necesitamos que haya cero hostilidades, cero afectación en los derechos, no más amenazas, no más hostigamientos, no más paros armados, no más reclutamiento de niños, no más desplazamientos y confinamientos de comunidades como las que estamos observando en el Alto Baudó en el departamento del Chocó, que hay más de 2.900 personas afectadas, más de 714 familias”, sostuvo.
El Defensor del Pueblo aseguró que los únicos que están cumpliendo con el cese al fuego, son los miembros del Ejército y las Fuerzas Militares.
Frente al paro armado en el Chocó, el funcionario solicitó “la realización de un comité extraordinario de justicia transicional y que los entes competentes implementen planes para atender a las comunidades afectadas”.
Mostró preocupación por la situación humanitaria que atraviesan las más de 2.900 personas que viven en la zona del Alto Baudó y espera que cesen los enfrentamientos de los grupos armados ilegales.